sábado, 29 de diciembre de 2012

Reclamo absurdo

POR UNOS OJOS GLAUCOS… En un convivio familiar ya con la saliva suelta, el ánimo convertía por doquier los espacios en un ambiente completamente entretenido. Las palabras salerosas y las risas iban y venían en un rebote constante en el corazón de los invitados. El anfitrión volaba en el avión de la felicidad porque cumplía años, obsequiados del baúl de la vida y la salud. En el juego con el gaznate con las bebidas volcánicas, surge de repente la voz alterada del hijo mayor que reclama, en voz vibrante, un asunto absurdo a su padre: — Papá has sido injusto conmigo y me adeudas algo que hace tiempo quería platicar contigo y ahora que surge la oportunidad pues…, creo que es el momento propicio— Jorge, que así se llamaba el papá, escuchó muy atento la protesta venida del alma acongojada del muchacho—Sí, nunca has atendido a mi queja. — Cuál queja hijo, si nunca me has dicho algo, ¿cómo lo he de saber? — Sí lo sabes, mas nunca te has dignado en escucharme. A ver, a ver, explícate mejor pues no logro asimilar tu descontento. — Pues si no te has enterado siempre anhelé poseer el color de tus ojos de mar caribe y nunca te preocupaste en regalármelo cuando aún ocupaba el vientre de mi madre. El padre quedó anonadado por la protesta absurda de su sangre. Inconcebible maraña de ideas venteaban en la mente descontrolada del progenitor. Al hombre aún no se le puede configurar como en la ciencia cuando se tienen fallas o mejorar esquemas, qué locura del hijo, pensaba. — Hijo, ese reproche es una verdadera tontería. Claro, me hubiera gustado heredártelo y no te imaginas cuánto, pero no depende de mí, sino de la genética. Hasta estos momentos nadie ha podido convertirla en realidad cuando uno quiere; las características físicas deseables para los hijos, quizá con el avance de la ingeniería genética se convierta en un hecho. ¿Te imaginas a los futuros padres que puedan ofrecer en garantía lo que más les gusta de ellos para sus hijos? ¿O una farmacia inédita en donde las mujeres puedan obtener todo lo que quieran para la creación de hijos perfectos? — Eres malo papá— insistía el mozuelo. Jorge entendió que el hijo ya había perdido el sentido de la realidad y no carburaba con claridad mental su infantil demanda. Estaba perdido en el limbo provocado por los humos de las plantas fermentadas en las destilerías. De pronto, al hijo se le soltó la fuente de la desesperanza convirtiéndose su rostro en una catarata de agua marina que resbalaba en sendas mejillas tersas y abombadas. Un tío que había escuchado la inusual escena quiso tomar partido y atrapó la palabra para arbitrar el encono: —Sobrino, es un disparate lo que estás reclamando, se parece a un cuento escrito por Octavio Paz titulado: “Un ramo azul”, en donde un joven a punta de pistola obligaba a un hombre de ojos azules a extirparle el color de su visión para regalárselo a su novia. Era un verdadero absurdo tal como lo es tu protesta. Ya has escuchado a tu papá y no es ficción lo que te cuenta, el hombre con su poder creativo puede considerársele como a un Dios viviente y no tardará el día en encontrar la fórmula mágica para diseñar seres al gusto de la clientela. Cierto, en su soberbia, peca de insensibilidad ética anteponiendo su sabiduría innegable, trastocando las enseñanzas sobre la creación divina, rebasando a los poderes seductores de los merolicos espirituales que han adormecido con sus ideas abstractas a las mentes débiles. No quepa duda que la ciencia ha suplido los poderes de Dios. Pero no vayamos por ese camino escabroso, pues el hombre aún no ha terminado de construir su destino rumbo a las estrellas, su meta final. Hablemos de lo tuyo. Lo que deseas ahora y no fue, algún día regresará en tu casa, tenlo presente. La genética ya sea paternal o maternal está agazapada en cada uno de nosotros, muy adentro durmiendo a avivado, y salta a la luz cuando menos te lo imaginas, da vueltas y regresa, ya lo verás, a me cuentas. Ya más calmado, y con la razón en poder del joven, aceptó que había cometido un desatino no propio de una persona en sus plenas facultades mentales. El tiempo dio pasos a la vida y aquel joven se casó. Y al tercer hijo le llegó aquello que había deseado fervorosamente. Una bella niña de ojos Verdi azulados: herencia del abuelo y de su suegro. Un día son verdes; otro, azules. Le regalaron a su muñequita un color de más el cual fue la ganancia. En un encuentro casual el tío le recordó al sobrino: — ¿Qué te dije, hijo? El silencio respondió por él. 29 de diciembre de 2012.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Angelitos en su mundo interior

Síndrome de Down Andrés Jesús González Kantún Subieron al estrado a darle rienda suelta a la marabunta de sus emociones dancísticas. Vestían impecables trajes de Juan Diego. Las mujeres con los cabellos en crenchas lucían sendas flores gigantescas como si fueran mariposas en racimos bebiendo agua en un charco después de un torrencial aguacero. Los hombrecitos, también bien acicalados, gesticulaban sonrisas memorables enjuagadas en el crisol de la inocencia exquisita, mientras yo en mi asiento de espectador anónimo me desbarataba de infinita ternura. Las mamás a la vez, los miraban emocionadas mandándoles besos picarones para infundirles confianza. Los anunciaron como integrantes de un grupo especial llamada La Chácara, afiliada al DIF de Campeche. El micro mar de ojos achinados y de traslucencia nucal (por la espaciosa espalda) al sentir las primeras notas se empezaron a mover, según su percepción musical, en una alharaca de movimientos desordenados, pero con gracia, la arritmia era su ritmo, los oídos perdidos en la armonía al no poder seguir los movimientos correctos de los pasos y el cuerpo en forcejeo también, pero qué importaba si los sentidos les enseñaba a intuir ese amor maternal demostrada por las abnegadas madres que se desvivían por ellos. Nacieron por culpa de una falla en los cromosomas, pero tienen derecho a la vida como cualquiera y además nos premian con el favor de su cariño, aunque son flores—lamentablemente— con aroma transitoria que en sus afanes de Dios pasó inadvertido. Ningún mortal en la fecundidad generacional, está exento de traer al mundo a estos angelitos y sí ya hubiera sucedido hay que aprender a darles amor inmenso, protección y a educarlos, desde pequeños, a convivir con la sociedad pues son inmensamente adaptables. 13 de diciembre de 2012.

martes, 11 de diciembre de 2012

Histeria colectiva en Calkiní

PSICOSIS COLECTIVA El progreso suministra una enramada benéfica de servicios y productos a la sociedad y también, sus inevitables consecuencias pesarosas que erizan la piel con acontecimientos que enredan la imaginación popular convertida luego, quiérase o no, en suposiciones malsanas, pero no exentas de verdad. Acontecimientos inusuales que rompen el equilibrio mental de una sociedad acostumbrada antes a la tranquilidad como el que vivían algunos estados de la república en donde, ahora, la delincuencia ha trastocado la sensibilidad humana, causando una histeria colectiva que poco a poco ha ido minando a pueblos sosegados como es el caso de Calkiní, aunque se debe ir aprendiendo a navegar en esas aguas tempestuosas, causada por la falta de oportunidades para trabajar, en especial los jóvenes de todas las categorías sociales. Ante este fenómeno de comportamiento obsesivo colectivo, la memoria me envía al año de 1988 cuando en Calkiní se vivió una historia similar de incertidumbre social por el acoso invisible de una banda conocida como Las panteras que se dedicaba a atemorizar al pueblo con grafitis amenazadoras garrapateados en todo sitio accesible. La gente en su natural idiosincrasia de credibilidad ante estos sucesos eventuales, prefería no salir por las noches para evitar un encuentro accidental con estos malandrines del miedo. Finalmente, en Nunkiní, fue atrapado un grupo de mozalbetes, robando una bicicleta y los remitieron a las autoridades en Calkiní con la idea de que eran Las panteras. Las panteras desaparecieron sin dejar rastro ni nunca se mostraron físicamente, pero dejaron un olor a una historia real. Aunque fueron puras conjeturas convertidas en emocionantes relatos que le dieron alimento al pueblo, acostumbrado a la modorra, para distraerlos de la rutina asfixiante propia de la provincia. Las panteras en Calkiní fue una calca de una organización surgida en 1966 en Estados Unidos como un medio defensivo en contra de la discriminación racial y no buscaban más que modos para luchar en contra del trato recibido por sus hermanos blancos porque las panteras también eran americanos. Si cometieron tropelías era una reacción natural de autodefensa para devolverle los males ocasionados por sus contrapartes. En Calkiní, aún un pueblo en sentido figurado, se ha armado una tremolina social por causa de una retahíla de secuestros que ha desatado el rumor popular, enmarañando historias convertidas ya como un hecho de Zetas, Familias y Templarios y no como un resultado que puede originarse de otros medios modernos como es el uso de la TIC en manos de hábiles delincuentes que podrían estar, incluso, purgando alguna condena y cometer fechorías. Los pueblos ya han sido rebasados por la ciencia y la tecnológica y por eso no dan crédito en que ahora los secuestros se podrían ejecutar virtualmente, es decir, en forma no física. La fuerza de la credibilidad popular no ha podido ser persuadida por la sutileza y objetividad de la ciencia, siguen creyendo en la palabra de los ángeles y arcángeles. Las redes sociales, el directorio telefónico, el acceso a bases de datos gubernamentales, el google maps y otros miles de artefactos sofisticados y satelitales pueden ver, oìr, captar movimientos, situar latitudes geográficas, reconocer personas, y un sin más de funciones. Así se explica toda la información que se tiene de la víctima para atarlo psicológicamente durante el transcurso operativo de su secuestro. A través de estos medios se pueden conocer secretos particulares: pobrecito de los infieles. No se puede negar que en Calkiní aún se vive con tranquilidad en comparación con otros estados de la república, pero tampoco se debe ignorar la presencia sutil de cascabeles venenosos que ventean posibles incautos para su beneficio. Si se quiere vivir en paz debe fortalecerse la unidad de los pueblos y ciudadanos en la vigilancia de comportamientos extraños, tener el valor civil para denunciar actos que vayan en contra de la salud y el pudor, no provocar alharacas populares que socaven el estado anímico de la ciudadanía sin fundamentos convincentes, exigir a la autoridad una iniciativa censal en el caso de personas nuevas y motivos de su estancia en esta tierra así como estrategias que inhiban las amenazas de extorsión telefónicas, en fin, un trabajo claro y decidido en comunión con el gobierno municipal y que cuente con una gendarmería antisecuestros activos y no estáticos que brinden confianza a la comunidad para defender lo que ya es evidente en Calkiní. El ministerio público ya no funciona en la tierra nuestra pues nunca han demostrado capacidad de gestión en la resolución de casos. Un pueblo merece lo que sufre, hay que cerrar filas.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Leyenda totonaca

LA VAINILLA (LEYENDA MAYA-TOTONACA) GUADALUPE BERZUNZA FUENTES. El Eterno exhaló un suspiro…. y de él se crearon dos seres, dos seres que vivirían miles de vidas y cuyo único objetivo sería retornar al lugar de donde surgieron. Se crearon complementarios uno del otro y en cada ciclo vital tratarían de estar siempre juntos para ayudarse mutuamente en la difícil ascensión hacia el Eterno. En uno de tantos ciclos vitales tuvieron esta vivencia: En el planeta tierra, en una región maya llamada El Reino del Ki´n (sol), nació cierto día un niño hermoso y robusto, hijo de un sacerdote maya y a quien pusieron por nombre Balam (Jaguar). El niño, desde pequeño dio muestras de increíble valor y sabiduría por lo que fue destinado al servicio de la realeza. Por ese tiempo nació también una hermosa niña, hija del Rey Akbal (Noche Azul) de esa región maya y de su esposa, la princesa totonaca Siwiní (Esperanza). A la pequeña le pusieron por nombre Xánath (Vainilla). Balam creció fuerte y vigoroso y al cumplir 15 años fue iniciado en el aprendizaje del manejo de las armas, ya que sería preparado para ser un guerrero real, encargado de proteger la seguridad del reino. Poco tiempo después la princesita Xánath también cumplía 15 años y ella fue llevada al templo de la Diosa Nicteel (Flores) donde estaría sirviendo de sacerdotisa hasta cumplir los 18 años. Pasaron los años…… y cierto día, Balam se encontraba cazando cerca del río, que rodeaba la población, cuando al acercarse a un remanso del agua para calmar su sed se encontró de pronto ante una bella aparición, era Xánath quien se encontraba recolectando flores para el altar del templo en el cual estaba recluida. Al oír los pasos de Balam se incorporó algo asustada, pero al encontrarse con la mirada del apuesto guerrero se tranquilizó. En ese momento sus almas vibraron de emoción al reconocerse y encontrarse de nuevo. Se entabló un diálogo sin palabras, un dialogo de sentimientos y emociones que hacían vibrar los cuerpos de los jóvenes. Al fin Balam expresó: —Hermosa doncella, nunca mis ojos habían presenciado tan hermoso espectáculo como lo es el verte aquí vestida de blanco con tu pelo cayendo como cascada sobre tus hombros y tus lindas manos sosteniendo ese hermoso ramo de flores a las cuales opacas con tu belleza. Mi nombre es Balam y pertenezco a la guardia real y desde este momento me pongo a tu servicio, soy tu esclavo doncella obedeceré lo que tú me ordenes, sólo dime ¿Quién eres? —Soy la princesa Xánath, hija del rey tu Señor. —Princesa, princecita mía, te suplico me concedas el privilegio de volver a verte. —Balam , eso no es posible, pues estoy al servicio de la Diosa a la cual me han consagrado pues el rey mi padre desea que yo permanezca para siempre como vestal ya que piensa que no hay hombre alguno que merezca ser mi esposo. —Princesa mía, conozco al rey mi señor, y sé cuánto cuida su preciada joya y ahora que te he conocido comprendo que tiene razón; sin embargo, este amor que has hecho nacer en mi corazón me da la fuerza suficiente y el valor para enfrentarme a todas las pruebas que tu padre disponga con tal de merecer el honor de ser tu esclavo de por vida. —Tus palabras Balam, dichas con tal vehemencia, me demuestran que ya me amas, a mi vez tengo que decirte que también el amor anida en mi pecho en estos momentos y siento como si te hubiera amado desde siempre, sin embargo, te suplico no digas nada a mi padre aún. —Como digas Princesita, soy tu esclavo y obedezco. Acto seguido, la princesa retorno al templo y el guerrero se quedó recordando el encuentro con alegría y dolor. Pasaron los días y Balam se retorcía de la ansiedad por hablar con el Rey, para expresarle las intenciones que tenía con la princesa. Hasta que un día fue llamado por el monarca quien le dijo: —Balam, tengo que hacerte un encargo que requiere de tu valor y destreza con las armas así como de tu incondicional servicio al reino. —Mi Rey y Señor, ¿de qué se trata? —Te vas a encargar de llevar mi tesoro más grande hasta la ciudad del Tajín, para resguardarlo de cualquier peligro, tendrás que cuidarlo con tu vida y procurar que nada le pase. Llevarás a varios guerreros águilas y tigres para que te ayuden. —Así lo haré mi Señor, el tesoro, ¿cómo será transportado? —En un palanquín que cargarán cuatro guerreros tigres, ya que son los más fuertes. — ¿Palanquín, Señor? —Claro muchacho, la Princesa tiene que resguardarse del sol. — ¿Llevaremos a la princesa? —Balam, ¿qué no sabes que mi hija es mi tesoro más grande? La llevarán al reino de su abuelo totonaca ya que temo que mis enemigos me declaren la guerra y no quiero que mi hija salga dañada. En la ciudad del Tajín estará bien protegida por su familia materna, cuando pase el peligro la regresarán. —Por supuesto Señor, ordenaré a los demás guerreros que se preparen. Balam, con la alegría reflejada en el rostro dispuso todo lo necesario para el largo viaje. Salieron en la madrugada de un nuevo día, todo un cortejo, guerreros tigres transportando a la princesa, por delante y a la retaguardia guerreros jaguar protegiendo a la caravana, doncellas acompañantes, porteadores con grandes canastas conteniendo los alimentos que consumiría el grupo. El viaje era lento por todo el recorrido que tendrían que hacer, y cuidándose de no ser atacados por alguna tribu extraña o animales salvajes. Balam no desaprovechaba los momentos adecuados para acercarse, como pretexto, a la princesa durante todo el trayecto y el amor entre los dos fue floreciendo satisfactoriamente, ya se les veía pasear juntos por las cercanías del campamento cada vez que se detenían a descansar. —Amada Xánath, ya deseo estar en el palacio de tu abuelo para pedir el permiso correspondiente y poder unirnos en matrimonio. —Querido Balam, también deseo lo mismo, cuando lleguemos al Tajín hablaré con mi abuelo y lo convenceré que dé su aprobación a nuestra unión. Y así, los jóvenes enamorados proseguían su viaje, soñando con estar unidos para siempre, con la aprobación de los familiares de la princesa. Pasaron los días, atravesando valles, ríos, bosques, selvas, serranías, contemplando diversos paisajes; y aprovisionándose de nuevos alimentos. Hasta que un día, por fin, llegaron cerca de la comarca del Tajín , el guerrero guía les avisó que tendrían que andar con cuidado ya que habían visto señales extrañas, y podrían tratarse de salteadores; decidieron acampar por un momento para retomar fuerzas y así llegar rápidamente a buen resguardo. Ya acomodados los diversos utensilios que llevaba la caravana, todos se dispusieron a descansar por un momento. Xánath y Balam, tomados de la mano caminaron hasta un arroyuelo cercano cuyas aguas refrescaron los pies cansados del guerrero mientras los jóvenes platicaban no se dieron cuenta de que extraños guerreros los espiaban ocultos en los matorrales. Cuando más entretenidos estaban, los jóvenes enamorados escucharon gritos de ataque mientras veían como eran rodeados por hombres armados, la princesa pegó un grito pidiendo ayuda a sus guardias, éstos acudieron presurosos llegando sólo para ver como Xánath era atravesada por una flecha y Balam caía, herido en el corazón, por una lanza enemiga. Ambos bandos guerreros se entablaron en una lucha encarnizada, quedando en poco tiempo aniquilados los bandoleros. Mientras tanto, la princesa herida de muerte, logró tomar entre sus brazos el cuerpo inanimado de Balam, y con el rostro lleno de lágrimas imploró ayuda a la Diosa Nicteel. La tarde despuntaba en sombras. Un grupo de doncellas y guerreros se encaminaron al Palacio del Rey, abuelo de Xánath, para darle a conocer lo que había ocurrido. Los demás acompañantes se quedaron cuidando los cuerpos de la princesa y el guerrero, y fueron testigos de un gran prodigio ya que al llegar la medianoche, un gran resplandor los iluminó y ante ellos se presentó la Diosa Nicteel quien acercándose a los cuerpos de los enamorados dijo: — Mi pequeña niña, es tan grande el amor que sentiste por tu guerrero que no puedo dejar que quedes en el olvido, por lo tanto siempre estarás unida a él, perfumándolo con tu aroma y recuerde siempre el inmenso amor que se profesaron. Acto seguido, el cuerpo de Balam sufrió una increíble transformación, pues fue convertido en un árbol frondoso y la princesa, convertida en una hermosa planta trepadora, fue enredándose en todas las ramas del árbol. Al amanecer llegó la caravana del rey, quien acongojado por la muerte de su nieta, viajó hasta el lugar para recoger los cadáveres y cual no sería su sorpresa que en su lugar encontró al frondoso árbol con la enredadera de flores blancas y un agradable olor que impregnaba todo el ambiente. Los guardianes testigos del prodigio informaron al rey lo ocurrido. Desde entonces en la región del Tajín, en honor a esa leyenda, se venera a la olorosa enredaderas con una gran celebración anual llamada “La feria de Xánath “, la feria de La Vainilla. FIN

Un galamatías el parque principal

UN CENTRO CARCOMIDO POR LA INDEFERENCIA La urbanización se refleja en muchos rumbos de la ciudad de Calkinì. Los barrios exhiben clamorosos nuevos rostros en mejoras materiales como el cemento en los andadores, que es lo común en obras públicas. Las alcantarillas cumplen su misión de tragar agua, aunque lentas en una momentánea inundación, después de una torrencial lluvia, pero alivianan el escozor de la gente. Lo único prioritario es darles mantenimiento constantemente porque algunas mantienen el agua y se convierten en verdaderas cloacas que afectan la salud. Lo digo en serio, yo tengo una frente a la casa. Las Juntas Municipales también gozan de esos beneficios, aunque nunca están satisfechas o quizá la razón les asista porque no hay mejor juez que la opinión pública. Todos tienen derecho a mejorar y las autoridades competentes deben tener el suficiente talento administrativo para que a todos les lleguen obras que dicte la necesidad. Y la solución es adentrarse en los problemas y no rehuirlos como es la costumbre. Le corresponde al cabildo, en sus diferentes encargos, de recabar la necesidad de los pueblos. Ya es tiempo de sacar la casta para mostrarse a la comunidad en cuerpo y alma y no mantenerse en la invisibilidad. Es impúdico aparecerse sólo en las quincenas. Calkinì, la cabecera, también tiene un rezago que todos ven y nadie opina, y sí se califica se pierde en el torbellino verbal de la gente. Un lunar que no han sabido darle el ornamento y funcionalidad que merece después de varios períodos de gobierno municipal. Me refiero a la plaza principal convertido, ahora, en un adefesio natural más cuando se instalan carpas y toldos en los novenarios de octubre y la Feria Artesanal en noviembre con telarañas eléctricas por doquier, una luz mortecina por la noche que invita al desorden, fuentes sin embellecimiento y en desuso, un muladar incontrolable en una parte del parque junto a puestos de comida tradicional, estacionamiento de triciclos y automóviles, puestos ambulantes sin orden ni ubicación, en fin, un parque principal hecho un caos por la falta de buena voluntad y disciplina. Y para rematar, andadores en bajadas y subidas convertidos en leprosarios bíblicos por sus carcomidas superficies, escaleras entremetidas en las aceras y otras cosas más. Cierto, componer todas estas anomalías y construirle un buen rostro al centro de la ciudad no es un dulce en almíbar, pero ya es tiempo que se piense en grande y será más grande aquella autoridad que se salga de los moldes rutinarios y suelte su imaginación creadora para administrar con soltura una ciudad que lo merece todo, claro sin olvidar a las hermanas Juntas municipales. Ojalá veamos materializarse lo que un día prometió la autoridad entrante. Valdría la pena que el H. Ayuntamiento cuente con un blog público, si no se arredra ante la opinión pública, que permita a la sociedad emitir sus juicios razonados y sin exaltaciones acerca del desempeño de las autoridades y viertan soluciones con madurez en apoyo a los problemas que existen o surjan en el camino. Reitero, no hay que desoír opiniones, venidas del pueblo, sí se trabaja con honestidad y transparencia. La sabiduría popular no ha sido puesta a prueba.
Ilustración 1 El Pap'ul 9 DE MAYO DE 2012. Como anticipo de los 60 años de aniversario de fiesta del barrio, un grupo de inquietos jovenzuelos para recordar una tradición, casi extinta, se organizaron y prepararon una gran cantidad de cántaros y los adornaron con peculiar gusto en el uso de papel de china para romperlos como piñatas al estilo navideño. La única diferencia es que su contenido no estaba colmada de bombones y golosinas de mil sabores, sino de sabandijas de todas clases, zorros y lagartijas que caían del trofeo roto, intentando escapar de la maldad de los chicos que los perseguían y los atrapaban para peloteárselos entre todos ellos. Este festejo ha hecho raíces en cada fiesta de mayo. Cantarito tepakanense en instrumento de hogar te has olvidado, hoy sin pena ni gloria pendes de una soga en balanceo infinito para defenderte de manos ávidas que romper quieren tu alma. En lugar de agua diversión a la juventud regalas que no se tienta de jugar contigo para hacerte abortar sabandijas de clases mil. 1952 HACE 50 AÑOS EN EL SOLAR NATIVO… 2012 11 DE MAYO DE 2012 SEXAGÉSIMO ANIVERSARIO DE FIESTAS CORRIDA DEL RECUERDO CINTA, PÓLVORA Y BANDERILLAS DE PALOMAS Es un corpulento búfalo pulido en diamante negro brillante de 800 kilogramos de peso y de raza cebú que se suelta de un árbol de un frondoso roble, situado en una lomita alrededor del ruedo. Viene enmascarado con un pedazo de pita de fibra de henequén para evitar que mire encorajinado al público que asiste a la fiesta y no le altere los sentidos de toro matrero. Lo traen dos vaqueros de inolvidables recuerdos, los hermanos González: Perucho y Huelús. (Aclaro estos vaqueros sólo los menciono simbólicamente como un homenaje a su recuerdo pues el primero ya no se encuentra entre nosotros y el segundo, impedido por un accidente y la edad). Al toro se le encamina al ruedo a un destino incierto sólo con la finalidad de satisfacer el ego del hombre por un entretenimiento que data de hace muchísimos años de antigüedad. Camina lentamente entre el mar de gente, que se hace a un lado voluntariamente para dejarlo pasar. Entra al coso y luego lo amarran en un tronco cenizo de escamoso huano, sembrado en medio del ruedo. Los vaqueros le cinchan con fuerza la panza, pasándole una parte de la soga por debajo de la cola que lo hará más bravo, y en consecuencia, pegará saltos descomunales con el peligro latente de llevarse de corbata a los que miran atenciosos desde las barandas. Le anuda el soberbio cuello una cinta resplandeciente de azul cielo en regocijo de color por la fiesta con el nombre impreso del donante: Pastor Bolívar Chim (RIP). Es un nudo que unen las puntas a semejanza de un capullo de mariposa anhelante por experimentar su primer vuelo en la tempestad de polvo árabe que se levanta con los pataleos de la bestia; una incipiente palomilla que necesita ser libertada con la mano o con la delicadeza de los dientes por algún torero que tenga la valentía y habilidad suficientes para enfrentar el reto. Es una empresa escalofriante, pero digna de admiración. Con mucha dificultad le amarran sobre el lomo un aparato pirotécnico que encenderán en el momento preciso de su liberación. El clarín anuncia el inicio de la danza con la calaca. La careta de henequén de desliza del rostro del “Negro”, se enciende la ruleta y se libera a la bestia quien brinca y brinca sin cesar y en el aire un bailoteo en zigzagueantes movimientos de su cuerpo descomunal que pareciera quebrarse por causa del cincho y el artefacto que dispara cohetones por todo el ruedo. La gente joven no entiende de estas curiosidades del pasado taurino y se le aclara con una voz cansada y anónima, pero clara de un socio antiguo que explica que hace 50 años así se desarrollaban las corridas. El toro se pasea desafiante dentro del coso de xcolohché. Silencio. Sorpresa. Incertidumbre. Ventura, un viejo torero amigo vestido de civil, increpa a sus compañeros de brega a torear. Salen en bola y rodean al burel para aturdirlo y se queda el más valiente a terminar la faena. Inicia el segundo tercio, el de las banderillas, pero de palomas que vienen encerradas en sendas cajas de cartón que levantan el vuelo o caen al piso cuando aquéllas se engarzan en el musculoso lomo del animal. Ya cansado el astado se aprovecha el momento para soltar la cinta del desafío, pero esta vez y como siempre se fracasa. Esta suerte es tan peligrosa que raras veces se logra ejecutar sin arrebato de la cinta, sólo lo han conseguido en otros tiempos Mariano Canto y el “Chino Cámara”. Los vaqueros imaginarios de a pie son suplidos por varios caballistas que lucen sus habilidades para atrapar al toro que no hace nada por defenderse pues ya conoce de qué se trata ya que no es la primera vez que lo meten en una plaza de fiesta taurina tradicional. Esta tradición de donar toros, como en este sexagenario de fiesta, poco queda en la memoria, sí acaso la maestra Librada Trejo Bolívar que ha convertido, en forma particular, esta costumbre en un compromiso de amor paternal. En esta corrida hubo otro señor que donó en lidia otro toro y los demás fueron por cuenta de la directiva. El que escribe, quiso tomar fotografías en el lugar de los verdaderos hechos y sentir lo que un torero sufre con las emociones de una corrida de toros y por poco sufre una cornada que pudo recordarle a su chichi y que a pesar de los años, que no son pocos, logró salvarse por las alas que ofrece a tiempo el miedo en situaciones de peligro. El tiempo vuela y no sé cuánto tiempo me permita la vida para cantarle a mi solar nativo de mis eternos e inolvidables recuerdos de mi niñez, juventud y aliento actual. Es cuestión de esperar y esperar… 27 de mayo de 2012. Ilustración 2Toro enmascarado Ilustración 3 Cinchando al toro Ilustración 4Borrachito bailarín Ilustración 5 Banderillas de palomas Ilustración 6 Ruleta Ilustración 7 Rejoneador: Diego López Palomas que van dentro de las banderillas Ilustración 8 Toro encintado

Para darle rienda suelta a la imaginación

NICTE-HÁ LEYENDA MAYA GUADALUPE A. BERZUNZA FUENTES Cierto día, caminando por un estrecho sendero, llegué hasta una laguna. Era el mes de Mayo y en medio de la laguna florecía una hermosa planta acuática cuyas flores blancas tenían un encanto tan especial que provocaban que todo el que pasara por ahí se quedara admirado tanta belleza. Yo, sentado a orillas de la laguna contemplaba alucinado las bellas flores cuando escuché unos pasos detrás de mí, volteé asustado y descubrí, recargado sobre un árbol, a un anciano indígena que me miraba con curiosidad. Me acerqué a él y le pregunté el nombre de la extraña flor y me contestó que se llamaba Nicte-Há (Flor de Agua) Le Interrogué el origen de la flor y me desgranó esta leyenda: En el pequeño reino de Kukum-Lets (Pluma Dorada), vivía Nohoch-Mak (Gran señor) un rey noble y sabio que tenía una hija muy bella llamada Nicte-Há (Flor de Agua). En este reino, cada mes de mayo, se acostumbraba a sacrificar a diez hermosas doncellas quienes eran arrojadas en la laguna en honor a la Diosa Hatzuts-Há (Agua Bella). Los nativos creían que habitaba el espíritu de la Diosa. En ese reinado vivía también un guerrero fuerte y valiente llamado Noh-Kán (Serpiente Real) quien estaba enamorado de la bella princesa Nicte-Há, ambos se querían y se juraban eterno amor. Aquel año, fueron escogidas las diez jóvenes y entre ellas se encontraba Nicte-Há. Las doncellas fueron apartadas del pueblo y encerradas en un templo donde disfrutarían de los más ricos manjares y vestirían los mejores trajes con la intención de recompensarlas por la vida que iban a perder. La bella princesa Nicte-Há estaba muy triste por su suerte ya que no volvería a ver a su amado Noh-Kan. Una noche, en que el guardia del templo dormía,Nicte-Há huyó y fue en busca de su amado Noh-Kán que estaba en su choza muy desconsolado, pero al ver a Nicte-Há su semblante cambió y los dos amantes se unieron en fuerte abrazo, ella exclamó: — ¡Oh Noh-Kán, no quiero irme de tu lado! —Nicte , si no fueras tan bella no nos separarían. — ¿Tú me querrías igual si fuese fea? — Sí, te querría igual, y tal vez mucho más. — ¡Oh, querido! Arreglaré esto, mañana volveré y ya nadie nos separará. Nicte salió de la choza y se dirigió a una más pequeña que estaba a orillas del poblado en donde vivía la bruja Tunich (Piedra). Nicte le contó su problema y Tunich le explicó: —Bella Nicté, no te aflijas, con este brebaje que te he preparado perderás la belleza y así no te separarán de tu amado. Al día siguiente, Nicté muy de mañana se tomó la pócima y se encaminó a la choza de Noh-Kán. Al llegar tocó la puerta y salió el valiente guerrero que al verla no la reconoció y exclamó: — ¿Quién eres tú? — ¿No me conoces? Soy tu amada Nicté. — ¡No! ¡No es cierto! ¡Nicté es muy bella y tú estás muy fea! ¡Vete! ¡No te quiero ver! — ¿Cómo? ¿Te asustas de mí? ¡Dijiste que aunque fuera fea tú me querrías igual! Al terminar de hablar Nicté decepcionada salió de la choza y corrió rumbo a la laguna. Al llegar pudo presenciar cómo las doncellas eran arrojadas al agua. Nicté desesperada se tiró a las verdosas aguas y en el contacto su rostro volvió a recobrar su hermosura. Al otro día, en medio de la laguna flotaba el cuerpo de Nicté que no se había ido al fondo por no llevar joyas como las demás doncellas; los indígenas que la descubrieron pudieron presenciar una extraña metamorfosis: el cuerpo de Nicté se transformaba en una bella flor , que es la que ahora cada mes de mayo surge de repente en medio de la laguna. Esta es la historia de Nicte-Há (Flor de agua) y de su amor por Noh-Kán (Serpiente Real). El anciano indígena terminó su relato y se perdió entre los árboles, yo tomé el sendero que me conduciría al poblado cercano. FIN

Pobrecitos gatos

Del placentero cielo, al más duro suelo Antes como un rey; ahora, como buey. Andrés J. González Kantún Descendemos de un linaje selecto que se remonta a la época de los faraones y de la tierra de los cuentos de las mil y una noches. En esos lugares fuimos venerados con devoción porque creían que éramos reencarnaciones de dioses o de personajes importantes. Nuestro estirpe es variopinto, por ello se nos distingue como persas, abisinios, de Angora, Siamés, Cartujanos, Birmanos, etc. Una raza que no tiene comparación con ninguna otra. No nos consideramos narcisistas, pero no hay duda de que somos encantadores por decirlo de algún modo: cara en óvalo perfecto, orejas triangulares con funciones parabólicas, ojos claros que encienden de luz la oscuridad, nariz sensible y única, boca fina y dintelada de móviles y enhiestos bigotes, una piel lustrosa, un cuerpo esbelto y ágil que aseamos por costumbre, y una colilarga como giroscopio que nos mantiene en equilibrio en nuestras escaramuzas nocturnas o para protegernos del hermano perro a la hora de correr, si es que nos lo permite. Pero la característica que más nos identifica como digitígrados es que somos tiernos y mimosos con nuestros dueños que los arrullamos con nuestros rítmicos ronroneos. Es tanta nuestra belleza felina que mucha gente nos adopta como mascotas, por tanto, gozamos de muchos privilegios de los que no gozan otros animales. Aunque no somos monedita de oro para algunas personas porque somos acomodaticios y melindrosos. Desprecio que cada día va en aumento, aunque existen pías sociedades que nos protegen ante esa actitud de rechazo. Este evidente desaire se nos ha vuelto una obsesión que no nos deja dormir. Para poder subsistir fue necesario convertirnos en omnívoros y dejar aquella condición de animales carnívoros. Hoy somos unos simples gatos domésticos. Cuando no encontramos una mano generosa que nos dé de comer nos transformamos en unos vulgares ladrones de azotea y aprovechamos nuestros apolillados atributos de felinos para poder conseguir alimentos. Aquella delicada educación ética que natura nos había transmitido se ha enmohecido, no ha quedado nada, si acaso, algunos destellos. No hay de otra, hay que robar. Ya somos salteadores empedernidos. El cinismo ya forma parte de nuestra naturaleza felina porque nos adueñamos de los lugares más cómodos para dormir o descansar que saca de quicio a los dueños de casa: mullidos muebles de una hermosa sala, un cuarto de estar, la cocina misma, etc., y cuando nos ganan los intestinos, deponemos en los lugares menos apropiados, volviendo locos a los dueños que no soportan nuestra heces que son, según ellos, insoportables en comparación con las del mejor amigo del hombre. A veces cuando nos atosiga el hambre, no nos detiene nadie y entramos en grupo en las casas sin importarnos la presencia de los anfitriones obligados. El resultado es un verdadero escándalo por la repartición del robo, pero conseguimos darle gusto al gusto, aunque sea por un rato. Pero cuando nos cierran todas las entradas de la casa nos tenemos que conformar con lo poco que encontramos en las bolsas de basura. Para eso sí sirven nuestras garras retráctiles, antes airosas. Hemos caído muy bajo. Nuestros alardes de majestuosidad gatuna ya se han perdido. Ahora somos una gatería de famélicos y sucios seres que asaltamos todo tipo de hogares. “Pinche vida la de un gato, y todo por el hambre” La noche es nuestra mejor aliada para conseguir alimentos. En nuestras correrías por la cocina andamos con mucho sigilo, pero cuando nos descuidamos con las ollas de la comida y caen estrepitosamente se arma el zipizape: el dueño nos persigue con la escoba y nosotros, maullando de miedo buscando alguna salida para salvarnos, pero algo habremos relamido de las ollas, dejando baba y pelos de gato que saben exquisitos. Estimado lector, ¿alguna vez habrá compartido los alimentos sin saberlo? Entre nuestros compañeros de sufrimiento existe uno, por cierto de piel amarilla, a quien le apodamos “El llorón”. Nos cuenta que es un magnífico psicólogo de seres humanos pues se presenta en la entrada de las casas simulando un lastimero maullido para sensibilizar el ánimo de los dueños para conseguir alimentos. Nunca falla la estrategia porque después le regalan un mendrugo de lo que sea. Pobre tonto, no le creemos. Para comer hay que aprender a robar. Hay que ser cabrón y terco. Cuando no nos llenamos, arrasamos la cocina de la vecina. Esta actitud nuestra incomoda, provocando pleito entre ellas: — ¡Fulanita, tu gato se ha gastado toda la vianda y nos ha dejado sin comer, debemos ponerle remedio a esta situación! — ¡Está usted reloca de remate, ese animal no es mío, quién sabe de dónde carajos vino! — ¡Ah, muy bien si es así, mañana mismo le doy matarile! — ¡Haga lo que quiera! — remata la fulana. Nos niegan con descaro, como San Pedro a Cristo. Y para evitar pleitos vecinales, durante un mes, nos encierran y nos dan lo indispensable para medio vivir. Luego se cansan de nosotros y nos patean nuevamente, y entonces…volvemos a nuestras andadas. Viéndolo bien no somos totalmente huérfanos. Obviamente nacimos en alguna propiedad, aunque nuestro amo no nos quiere reconocer. No nos importa. Nuestra abolengo es fecunda, se multiplica al por mayor. Cuando el deseo se nos sube por la mollera, nos transfiguramos en unos potros insaciables, los famosos amantes conocidos como Casanova y don Juan nos quedan chicos. Nuestra llamada en celo lo anunciamos con un llanto estremecedor de niño recién nacido que cuando se escucha por la noche causa la angustia de la gente en duermevela y nos callan con gritos o nos tiran zapatos, pero nos justifican porque saben que andamos de locos enamorados. No tenemos la culpa, pues es el llamado de Natura, aunque después de cada delicioso encuentro la maldita hembra nos propina una tremenda revolcada. Vale la pena, ¿o no? Algunos insensibles humanos para controlar nuestra reproducción nos arrebatan a los hijos y los abandonan en el monte o cerca de alguna casa, esa perversidad nos mata el alma. En fin, no sabemos que nos tiene reservado el destino o nos permite seguir viviendo o nos sentencia a la extinción. Aunque en justeza no tenemos la culpa de haber nacido gatos, así como los hombres que tuvieron la fortuna de ser hombres. Pero éstos deben aprender a coexistir en armonía con nosotros, dándonos de comer y aprovechar el regalo de nuestra hermosura y a cambio le corresponderíamos en la caza de ratones molestosos. Si les desagrada nuestro comportamiento desvergonzado no ha sido por culpa nuestra, sino que ha sido por el hambre. Deberían ser tolerantes y razonables porque no pasará mucho tiempo en que el hombre tenga que luchar en contra de sus propios hermanos para conseguir comida y entonces su vida será peor que la nuestra. Ya veremos. Por las noches somos tristísimas siluetas encorvadas en la cuerda de la desesperanza que esperamos cualquier oportunidad para escurrirnos en la cocina para mitigar el hambre que nos mata. Ya nos cansamos. Los españoles son los causantes de nuestro sufrimiento. “¡Hambre!” “¡Hombre!” “¡Hambre!” “¡Hambre!””¡Hombre!”¡”Miau!” “¡Miau!” Ronroneo final. 1 de noviembre de 2011.

Generoso árbol del Ramón

EL ÁRBOL DEL RAMÓN (Oox en maya) Andrés J. González Kantún Frente a mi casa, ondean airosas sus frondosas ramas color verde limón unos enormes ramones que en el concierto de la flora, en el espacio que ocupan, lucen ciclópeos como queriendo pelear a los ángeles un beso encendido del cielo. Nacieron para atender las necesidades prioritarias del hombre, así ha sido siempre, desde tiempos inmemoriales. Sus frutos tienen la piel erizada y el color y la forma de la pera, pero en miniatura, son sabrosos si se saben guisar. Los mayas antiguos los convertían en masa para apaciguar grandes hambrunas como la que azotó a Calkiní hace mucho tiempo, así lo cuentan los abuelos. En el mes de agosto caen de a montón en una lluvia interminable de música de tambor y que adoquinan el suelo por donde pasa la gente; su exuberante follaje sirve de alimento para los ganados, caballos y otros herbívoros, así como de posada para cientos de kawues (zanates) que cuando se amontonan en grupos en un desconcierto de chillidos y alharacas en el momento de buscar refugio, atarantan el entendimiento del hombre más calmoso, y sus tronco es un formidable material para trabajos de carpintería en donde la fortaleza de sus nervios los hacen irrompibles. Su único defecto es que a cada rato se descuelgan interminablemente de sus ramas aquellas hojas secas que en cadenciosos giros convierten el piso en un tapiz de hojarasca, causando una mala imagen que obligan a los amantes de la limpieza a desdoblarse en más trabajo extra. Si se intenta el aseo, de nada sirve pues más se tarda en despejar el suelo en que se vuelve a inundar de sus vestiduras marchitas que se van con la ayuda del viento para ensuciar otros lugares. De sus bondades, yo no aspiro a más que a una sola: su sombra que ofrece su floresta para hundirme en la gracia inefable que da la lectura o la compañía de un amigo casual que se detiene por un instante conmigo para compartir las dichosas palabras…

miércoles, 31 de octubre de 2012

Para los alumno que quieran prepararse ante el mundo tan difícil

Exhortación a José María, estudiante Andrés Jesús González Kantún José María: Desde hace mucho tiempo he deseado entablar contigo una agradable conversación ya sea como amigo o maestro con la única finalidad de animarte a reflexionar sobre tu existencia para que te des cuenta de las ventajas que trae consigo el obtener una carrera profesional. Así que aviva los sentidos y escucha con mucha atención lo que voy a explicarte. Yo no sé si alguna vez te hayas puesto a pensar que la vida actual es muy difícil de sobrellevar o si lo has advertido poco te ha importado. Pues bien, te aseguro por propia experiencia, que la vida actual está llena de guijarros y espinas que te impedirán caminar con facilidad si no cuentas con las herramientas más adecuadas para defenderte como son tu voluntad de aprender, la dirección de tus maestros en las aulas y el apoyo decidido de tus padres para darte todo aquello que te servirá mañana para labrarte un porvenir feliz. Estos seres, los más valiosos de tu hogar, jamás te dejarán solo ante nada ni nadie sí está de por medio tu superación personal y tratarán de forjarte en el yunque de la vida a como diera lugar; un patrimonio indiscutible que te obsequiarán como hijo que eres y que no debes jamás desaprovechar. La sementera que eres tú, está fertilizada de energía y la fortaleza del tesoro divino de tu juventud. Pero no te equivoques en tus decisiones y deberás rechazar a la endiablada enemiga de la irreflexión con la viveza de tus frescos años para evitar los sinsabores del mañana. A veces se te nota en el rostro una sonrisa limpia y amorosa en tu trato cotidiano con los demás, aunque a veces, a escondidas reniegas de todo o simulas tus desagrados cuando te conviene. En otros momentos vuelas hechizado en alas de tu fogosa intranquilidad y te conduces a tu manera muy particular de entender la vida y te conviertes en un jugador implacable en clases que se reflejan en tus actos, chanzas y juegos de palabras en el oficio de aprendiz de la ciencia y la cultura. Por todo lo anterior, José María, y si tú me lo permites, desearía repasar en tu mente loca las siguientes reflexiones: ¿Vivirán, acaso, eternamente tus padres para protegerte y solucionar todos tus problemas, desaciertos, anhelos e inquietudes? ¿Crees tú tener el tiempo suficiente y la capacidad necesaria para resolver acertadamente los apuros que plantea la vida en cada instante? ¿Acaso no te has dado cuenta que, en sustitución de tus papás, algún día serás la estrella resplandeciente y única de la familia a quien le darás luz propia? ¿Has pensado alguna vez en tus padres que tienen la ilusión y el derecho bien ganado de disfrutar en su vejez de tus futuros logros? Pues bien, José María, si no te has dado cuenta de nada, yo te advierto, escúchalo bien, sí muy bien: Las malas conductas en perjuicio tuyo pueden ser rectificadas, pero más tarde ya no porque Cronos camina siempre para adelante. Armarse para la vida es un gran reto, una verdadera necesidad, pero hay que aprovecharlo a tiempo. Son normales tus inquietudes, tus mentiras a los padres para justificar tus distracciones con los amigos, tus cascabeleos en el salón de clases, tus desatinos, tus juegos, tus tonterías, tus caprichos y corajes, pero no te excedas. Piensa y sé prudente y programa tu tiempo; intenta buscar con clara mirada lo positivo de la existencia; aprende a filtrar lo bueno de lo malo; exprime con ganas la sabiduría de tus progenitores; de tus maestros, de tus amigos bien centrados, y no te detengas por nada ni nadie en tus luchas por encontrar el éxito; pregunta y expón tus inquietudes, debate, recita, canta, baila; enciende la chispa de tu creatividad en todas las ramas de la ciencia y la cultura; defiende tus convicciones; afina tus decisiones y finalmente, llénate de la jugosa sabia derramada por toda aquella gente que te quiere y te rodea, y si haces caso de todo estas recomendaciones, José María, no te arrepentirás y penetrarás con paso firme en el umbral de un mundo maravilloso de acuerdo a tu preparación anticipada y tendrás la inmensa fortuna, ahora sí, de ofrecerles a tus viejecitos y a tus futuros hijos un paraíso de dulzura y seguridad familiares. Por el contrario, si atendiendo a las advertencias expuestas anteriormente no te vaya bien, no te acobardes, lucha y enfrenta la vida con valor y firmeza pues tu preparación profesional tarde o temprano te recompensará por todo el tiempo perdido; en cambio, si te gana la mediocridad, la dejadez, la terquedad y la sordera por no querer escuchar estos consejos dados por todos los que están cerca de ti, entonces, no te quejes, no llores ni vuelques tus frustraciones ante la sociedad, ni te desquites ante esos seres inocentes (tus futuros hijos) que nunca sabrán, a menos que se los digas, de las oportunidades que dejaste escapar durante tu paso por la escuela y que no supiste aprovechar teniéndolo todo a mano y en bandeja de oro. Para terminar, José María, hazme caso y no te arrepentirás por estas recomendaciones que desde hace tiempo deseaba compartir contigo como maestro, pero mucho más... como un viejo amigo y tutor. Calkiní, Camp., 31 de octubre de 2012.

jueves, 25 de octubre de 2012

Otro texto de nuestra tierra, léelo por favor.

Cantar 1 DANZAN QUE DANZAN EN EL JUEGO DE VARAS Rendirles obediencia a los dioses ha sido, desde hace mucho tiempo, una arraigada costumbre en todas las culturas del mundo. La forma son diversas: ofrendas de los mejores productos agrícolas o de animales, cantos en alabanzas, aunque existían otras prácticas que horrorizaban el ánimo, según el cristal con que se mire, como era el sacrificio de vidas humanas. Cuando los conquistadores españoles llegaron a tierras mexicanas se espantaron cuando vieron cómo los nativos celebraban sus fiestas religiosas consistentes en ofrecer a sus dioses seres humanos en sacrificio. No entendían que esa costumbre era un acto de suma religiosidad —su cosmovisión— y no un hecho sanguinario en el desahogo de sus instintos de hombres rudos y de guerra. Así que decidieron exterminar esas creencias paganas cuyo resultado dio origen a la religión católica. Un viejo maya, habitante del barrio de San Roque de la ciudad Dzitbalché, aún recuerda lo que le contaron sus abuelos referentes a estos relatos y la forma en cómo eran inmolados aquellos jóvenes sentenciados. Los dedos reumáticos del viejo, le ayudaron a llevar a la boca un pedazo de cigarro que inhaló con satisfacción y le dio una última fumadita y soltó las riendas de su memoria de grabadora para distraer a un público atento que en cuclillas se sombreaba bajo la ceiba madre en la plaza principal. Pero dejemos que nos lo cuente. Escuchen, hijos míos: En medio de la plaza, un joven maya embadurnado todo el cuerpo de azul, se encuentra amarrado en un poste pintado del mismo color que su cuerpo. Espera en aparente tranquilidad el cumplimiento de su destino glorioso. Ha sido preparado con esmero en el cuidado de su salud y espíritu para ser sacrificado en honor del Dios K’in (sol). Su sacrificio no será en vano pues llenará de bienes y oportunidades a los habitantes del pueblo. Lo han paseado por los pueblos en compañía de hermosas doncellas para disfrutar de sus encantos y consentirlo como a un rey en el vestir, en el consumo de bebidas deliciosas y ricos alimentos para hacerle, por el momento, la vida más placentera. Adornan y perfuman su cuerpo juvenil, manos y pies las flores del balché. Un círculo blanco pintado en su pecho de mar campechano servirá como guía para que jóvenes danzantes, armados de escudos y flechas, exhiban sus habilidades guerreras en un juego de herir a la víctima sin matarlo, es el juego o danza del X Kolomché. Alguien (puede ser un sacerdote o un amigo) lo anima a aceptar su destino trágico, que es el de un hombre supuestamente privilegiado, pues el Dios Padre lo espera en el cielo para acompañarlo eternamente en su felicidad. Lo anima con estas palabras: — ¡Tú eres un Dios vivo, nuestro embajador ante los dioses, no te desanimes ni te asustes, espera con alegría tu destino. Recuerda que el Dios Padre ha decidido ayudarte para que no sufras una transmigración, es decir, que no te devuelva con nosotros en cuerpo del colibrí, ni del ruiseñor ni del gran venado ni del jaguar! ¡Mira, buen mozo, ya vienen a acompañarte en tu gozo los representantes del pueblo: el halach uinic o Ahau Aké, el batab, el ahkulel, el holpop y el nacon, no estás solo, vives en el corazón de todos ellos! Termina el sacerdote el lavado de cerebro y el joven se reanima jubiloso para aceptar con valentía y resignación su terrible destino ya programado. Sabe muy bien que su muerte anunciada será en beneficio de su amado pueblo. El anciano Molchí agrega en un largo bostezo de pelícano en desesperada caza: — Así practicaban los abuelos el amor a sus dioses, era una distinción enorme el ser escogido para el sacrificio. Se sabe por la lectura de la historia de los pueblos mayas, si las palabras del animador, endulzadas de miel y derramadas en el corazón del sentenciado, no surtieran efecto para aceptar su destino, entonces era necesario darle de beber una droga que le entorpeciera la razón para que no se diera cuenta de su muerte en manos del nacón para no causar problemas en el momento de ser inmolado en la piedra circular de los sacrificios. Los sacrificios humanos en honor a los dioses mayas eran acontecimientos religiosos que se consideraban normales, y no como un hecho sangriento que provocara temor en los pueblos. Las victimas pudieran ser prisioneros de guerra, jóvenes, esclavos o niños ofrecidos de corazón por los padres. VOCABULARIO AHKULEL: El que obedece las órdenes del batab. BALCHE: Bebida de origen indígena. BATAB: Administrador y jefe militar como el nacón. COSMOVISIÓN: Relación de los hombres con sus dioses. EMBADURNADO: Recubierto. HALACH UINIC O AHAU AKÉ: Gran señor dedicado a las funciones civiles y religiosos. HOLPOP: Maestro de danza y música. INMOLAR: Sacrificar. MOLCHI: Apelativo con que se le conocen a los de Dzitbalche por ser recogedores de nancen. NACON: Encargado del sacrificio.

Hombres gigante en el Camino Real

Cantar 10 GIGANTES Y ENANOS EN TIERRAS DEL CAMINO REAL Oye mi pequeño lector, te quiero contar una historia de horror salida de la memoria de mi madre Madús cuando apenas era un niño de mocos e inquietudes. Me sentaba gustoso junto a ella a tejer culebritas de huano que se amontonaban cerca de mis pies mientras sacaba de su boca desdentada monstruos fantásticos, X tabayes y alushitos que me sumían en un mar profundo de miedo y emociones indescriptibles. Escuchémosla: —Escucha Lesho, hijo mío, antes que se aparecieran sobre la tierra del mayab los primeros hombres de maíz ya se paseaban sobre ella unos seres gigantes llamados Hua-paach’ oob quienes se divertían como el gato y el ratón con las personas que por las noches se encontraban en su camino cuando volvían de paseo o de aprendices de enamorados. Si algún monstruo se tropezaba con algún joven despistado le tapaba el paso, pero le abría las piernas para darle la oportunidad de escapar sí se animaba. Si aquel pobre hombre no se decidía a correr el riesgo, entonces, optaba por desandar el camino para salvarse, pero antes de alcanzar la otra salida, el gigantón ya se encontraba de nuevo cerrándole el paso de manera que no tenía más remedio que pasar por debajo del túnel que formaban sus arqueadas piernas que se cerraban al instante cuando intentara cruzarlas para ser destripado sin compasión. Ya de grande cuando el gusanito de la inquietud por la lectura me atrapó en sus redes, tuve la oportunidad de ojear el mismo mito en un libro llamado: Los Cantares de Dzitbalché y quedé boquiabierto por el parecido en la esencia de la historia (aunque con algunas diferencias) que me había contado mi viejecita Madús, ay cuánta la quise. Por ejemplo los gigantes del libro tenían siete cabezas y el monstruo de mi viejecita una sola, pero ambos espantos siempre impedían el paso a los trasnochadores. El monstruo del libro acostumbraba a plantear una pregunta difícil a la víctima que debería responder con acierto sí quería sobrevivir, en caso contrario, era devorado sin compasión. Pero llegó un día en que un joven héroe maya logró responder a la pregunta y los hombres montañas desaparecieron para siempre de la faz de la tierra. Cuentan los abuelos que se convirtieron en gusanos como el ciempiés o chimés en maya. Luego aparecieron unos hombres enanos y jorobados, como el Quasimodo de Víctor Hugo en su novela Los miserables, conocidos como ppuz (oob). Dicen los abuelitos que aquellos alushitos poseían poderes asombrosos pues levantaban objetos pesados solamente con la fuerza del pensamiento. A ellos se les debe la construcción de las maravillosas ciudades mayas. Concluye Madús y yo ya no quise irme solo a la hamaca y tuve que pedirle que me adormeciera en su regazo mientras me tranquilizaba, qué extraordinaria contadora de cuentos era mi madre, lástima que no le puse atención a tantas otras historias que me contó. Sí algún día, mi pequeño amigo, reaparecieran estos monstruos enormes en la tierra nuestra y te encontraras con alguno de ellos, no te asustes e intenta resolver lo que te pregunten si quieres salvarte y eso lo lograrías únicamente a través del estudio. Imagínate que te preguntaran: ¿Cuáles son las historias que cuentan, los Cantares de Dzitbalché? Si no la respondes ya estás frito.

domingo, 7 de octubre de 2012

Flor de mayo

FLOR DE MAYO En esa marejada verde enolada por la suave brisa de la mañana, asoman tímidamente— irradiando sangre entristecida como el reflejo del sol en las aguas de mar en un ocaso marino— las flores de mayo. Árbol oriental por su origen y de tallo grueso, emblanquecido por los dolores tropicales, sostenedor de vida y esperanza, eres tú uno de los más encantadores regalos de Dios. Andrés 08-10- 12

jueves, 4 de octubre de 2012

CARTA DE DESPEDIDA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ CÁNCER LINFÁTICO Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. A los hombres le probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…, he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón. Sí supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Sí supiera que éstos son los últimos minutos que te veo, te diría: “te quiero” y no asumiría tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por sí me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nuca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederle un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos, cuánto te importaron”. Gabriel García Márquez.
SARAMAGO Frecuentemente me preguntan que ¿cuántos años tengo? ¡Qué importa eso! Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido. Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos. ¡Qué importa cuántos años tengo! No quiero pensar en ello. Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo. Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos. Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven, no lo lograrás. Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza. Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa. ¿Qué cuántos años tengo? No necesito marcar un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas, valen mucho más que eso. ¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta! Lo que importa es la edad que siento. Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos. ¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa! Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento. José Saramago

viernes, 14 de septiembre de 2012

EL CORO AH CANUL EN UNA GRAN NOCHE INOLVIDABLE Oaxaca, Oax., 9 de septiembre de 2012. Las palabras del anunciador se quedaron colgadas, estáticas en el vetusto teatro Álvaro Carrillo asentado en las faldas del cerro Fortín de la ciudad de Oaxaca. Sonaron los nombres de los tres primeros lugares en este orden: Veracruz, con la canción Son de la loma; Campeche con el popurrí Espinita y Oaxaca con Ojos españoles. Liberada la segunda noticia integrantes del coro campechano y la porra— compuesta por calkinienses, campechanos y carmelitas instalada en la parte alta del teatro— dieron rienda suelta a la algarabía que se le deshizo los frenos. Era una noticia increíblemente halagadora pues habían participado diez estados: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Veracruz, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca y el restante del Distrito federal. En honor a la verdad era un acontecimiento histórico y meritorio para el grupo campechano pues se podía advertir que la mayoría de los coros participantes, en especial Oaxaca, Yucatán y Guerrero, poseían habilidades musicales— y no necesitaron de pistas— a diferencia del coro calkiniense que se construyó sobre la base sólida de mucha disciplina y pundonor. El reto ahora es la final que se llevará a cabo en el teatro universal de la ciudad de México—el Auditorio Nacional, escenario de las mejores lumbreras de la música nacional e internacional— el día 15 de octubre del presente año. Es la segunda oportunidad que se le presenta al grupo coral (parte del grupo Calkín), ojalá que este caballo negro siga galopando en velas marinas con vientos saludables a su favor. Un merecido reconocimiento al director del coro, profesor Manuel Maas por su empeño y paciencia para conformar un coro escaso de experiencia musical, pero con un deseo inconmensurable por instalar en un altar el nombre de la tierra madre que lo vio nacer. Integrantes: Manuel Maas, Marcial Sosa cabrera, Alicia Martínez Cuevas, Victoria Segura, Adriano Chab Cahuich, Nelly Turriza Blanqueto, Andrea Palomo Cuevas, Marcelina Trejo, María Eugenia Interián Blanqueto y Andrés Jesús González kantún. Calkiní, desde ahora, ha entrado a formar parte de la historia nacional de coros y jubilados en su sexta etapa de CONCIONISSSTE.
EL CORO AH CANUL EN UNA GRAN NOCHE INOLVIDABLE Oaxaca, Oax., 9 de septiembre de 2012. Las palabras del anunciador se quedaron colgadas, estáticas en el vetusto teatro Álvaro Carrillo asentado en las faldas del cerro Fortín de la ciudad de Oaxaca. Sonaron los nombres de los tres primeros lugares en este orden: Veracruz, con la canción Son de la loma; Campeche con el popurrí Espinita y Oaxaca con Ojos españoles. Liberada la segunda noticia integrantes del coro campechano y la porra— compuesta por calkinienses, campechanos y carmelitas instalada en la parte alta del teatro— dieron rienda suelta a la algarabía que se le deshizo los frenos. Era una noticia increíblemente halagadora pues habían participado diez estados: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Veracruz, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca y el restante del Distrito federal. En honor a la verdad era un acontecimiento histórico y meritorio para el grupo campechano pues se podía advertir que la mayoría de los coros participantes, en especial Oaxaca, Yucatán y Guerrero, poseían habilidades musicales— y no necesitaron de pistas— a diferencia del coro calkiniense que se construyó sobre la base sólida de mucha disciplina y pundonor. El reto ahora es la final que se llevará a cabo en el teatro universal de la ciudad de México—el Auditorio Nacional, escenario de las mejores lumbreras de la música nacional e internacional— el día 15 de octubre del presente año. Es la segunda oportunidad que se le presenta al grupo coral (parte del grupo Calkín), ojalá que este caballo negro siga galopando en velas marinas con vientos saludables a su favor. Un merecido reconocimiento al director del coro, profesor Manuel Maas por su empeño y paciencia para conformar un coro escaso de experiencia musical, pero con un deseo inconmensurable por instalar en un altar el nombre de la tierra madre que lo vio nacer. Integrantes: Manuel Maas, Marcial Sosa cabrera, Alicia Martínez Cuevas, Victoria Segura, Adriano Chab Cahuich, Nelly Turriza Blanqueto, Andrea Palomo Cuevas, Marcelina Trejo, María Eugenia Interián Blanqueto y Andrés Jesús González kantún. Calkiní, desde ahora, ha entrado a formar parte de la historia nacional de coros y jubilados en su sexta etapa de CONCIONISSSTE.

martes, 4 de septiembre de 2012

El paseo del pendón

Este es el enlace para el archivo: Paseo del pendón. https://docs.google.com/open?id=0B5CNqkkKsZWMVi1CaFIyWUd4WVE

sábado, 1 de septiembre de 2012

El paseo del pendón

Guerrero.gob.mx Gobierno del Estado de Guerrero Paseo del Pendón Inicio > Artículos > Temas > Cultura > Paseo del Pendón Tlacololeros Fiesta cuyo origen se remonta a la época virreinal. Se estableció a raíz de la Conquista. En 1812, fue suprimida por la misma Corte española. Se celebraba el 13 de agosto, en memoria de que en esa fecha había culminado la toma de la Ciudad de México–Tenochtitlán, y con ella la del principal señorío del México prehispánico. El 13 de agosto también se conmemora a san Hipólito de Roma, quien en el Siglo III fuera el último escritor romano de lengua griega; se opuso al papa Calixto y dio lugar a un cisma en la Iglesia (primer antipapa). Carlos V aprobó la idea y la práctica por decreto o cédula de 1530. En 1532 el ayuntamiento de la ciudad (capital de la Nueva España) dotó con $25.00 al regidor que sacara la bandera de la misma, llamada Pendón, de donde proviene el nombre de la fiesta. El dato más antiguo en los libros municipales es de 1528. Se dispuso que hubiera una fiesta religiosa, una corrida de toros, una cabalgata y parada (desfile) de infantes, desde la casa del mismo ayuntamiento hasta la iglesia de San Hipólito, regresando por la calle de Tacuba. Se ordenó que quien tuviera caballo y no participara en la procesión festiva fuese penado con el pago de $10.00 de oro. La fiesta llegó a su mayor esplendor durante el Siglo XVII. El concejal designado llevaba el Pendón, y le hacían guardia el virrey a la derecha y el presidente de la audiencia a la izquierda; los seguían los oidores, regidores y personajes de la nobleza, montados a caballo. Presidía e iniciaba la cabalgata el alférez real, armado. En la iglesia, la comitiva era recibida por el arzobispo, quien celebraba la misa. Terminada ésta, los participantes regresaban a la casa de cabildos, donde se les agasajaba. Cuando los sorprendía la lluvia, debían continuar con el desfile, pues el rey prohibió su interrupción. En el Siglo XVIII la fiesta fue decayendo; el virrey, por orden real, mandó que se multara a los que no concurrieran debiendo hacerlo. A partir de 1812 el evento se redujo a una misa en San Hipólito. Pasada la consumación de la Independencia, fue cesando casi en su totalidad, pues se pensaba que aquella aciaga fecha no merecía ser recordada de esta manera. Fueron casi 300 años de llevar a cabo esta actividad y quedó muy enraizada en la provincia mexicana, por lo que, tanto el clero como el pueblo, siguieron celebrándola con otros significados y motivos, cultivándola y enriqueciéndola con sus propias tradiciones. Escudo del Pendón En la ciudad de Chilpancingo se realiza una fiesta que data del Siglo XIX y que se convirtió en una tradición ya fuertemente arraigada en las costumbres de esa población. Se llama también Paseo del Pendón; se organiza, actualmente, el domingo anterior al 24 de diciembre, y con este acto se inicia la feria (v. Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo).Se trata de un desfile lleno de colorido, música y danza que recorre las principales calles de la ciudad. A la vanguardia de esta pintoresca procesión llevan un estandarte que identifica la feria. El Estandarte del Pendón fue creado por el pintor chilpancingueño Francisco Antonio Alarcón Tapia. Lo porta una joven vestida con traje charro, montada a caballo. Otra dama con vestido similar va a su lado, también montada a caballo, portando el escudo de Chilpancingo; lleva la puya y las jarillas, símbolo de la fiesta que se realiza cada 25 de diciembre. El orden que sigue el desfile es: patrulla, sonido, burrita cargando castañas con mezcal, Estandarte del Pendón, Estandarte del Escudo de Chilpancingo, música de viento, manta tradicional del Paseo del Pendón, Señorita Flor de Nochebuena. Comitiva: gobernador del estado en turno, presidente municipal, Patronato de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, invitados especiales de los tres poderes, Banda de Música del estado, mayordomía, Comité de Desarrollo, banda de música y danzas, los barrios de San Mateo, San Antonio, San Francisco, Santa Cruz y Tequicorral llevando 100 danzas invitadas, representantes de las siete regiones del estado, con duración de cuatro horas, aproximadamente, con el itinerario siguiente: Jardín de San Mateo, calles: Hidalgo, Cinco de Mayo, Galo Soberón y Parra, Avenida Juárez, Ignacio Ramírez, Colón, Avenida Miguel Alemán, Antonia Nava de Catalán, Altamirano y Heroínas del Sur, hasta llegar a la plaza Belisario Arteaga, para disfrutar el famoso “porrazo del tigre”. Danza de Los Diablos. Fuente Enciclopedia Guerrerense. Guerrero Cultural Siglo XXI, A.C. Teléfonos Emergencias 066 Denuncia 089 Atención ciudadana 01 800 000 7422 Derechos reservados © Gobierno del Estado de Guerrero © 2011 - 2015 Dirección Palacio de Gobierno, Boulevard René Juárez Cisneros #62, Col. Cd. de los servicios, Chilpancingo, GuerreroGuerrero 2.0 Un gobierno más cerca de ti a través de las redes sociales Comentarios y sugerencias contacto@guerrero.gob.mx

domingo, 26 de agosto de 2012

SABRÁ DIOS Veritas odium parit (La verdad engendra el odio) Con el gusanito de la inquietud por escribir algo y salir de la rutina que agarrota y lacera el intelecto se me salió de repente de la quisquillosa mente la letra filosófica de una canción antigua que recorrió el mundo latino en épocas pretéritas: Sabrá Dios. De ese Dios conocido con diferentes nombres universales que se le atribuyen poderes paranormales: — ¡Dios es un ser divino, omnipotente, poseedor de la ubicuidad y otros poderes inimaginables!— predican los merolicos de la fe. ¿Sabrá Dios lo que sucede en el mundo pleno de pesares, rencillas y rencores que para solventarlos se recurre al derramamiento de sangre? ¿En dónde está él para apagar este vendaval fratricida que parece no tener fin? Se le ha invocado por cientos de años su presencia mesiánica para salvar al mundo de tanta iniquidad, pero se le han clausurado los oídos o de plano no quiere intervenir en un asunto que no parece interesarle. El resultado de la desidia suya es que su rebaño, antes sumiso, se ha ido dispersando que difícilmente se pueda recuperar pues las generaciones actuales ya no creen ni escuchan con atención la enseñanza narcotizadora de sus embajadores porque éstos en lugar de convencer desaniman debido a una conducta insana que no va de acuerdo con su preparación espiritual. Una conducta insensata que ha reventado reglas endosadas en los libros canónigos desde siglos, pero que el hombre beato no ha podido respetar porque no compagina con la naturaleza de su ser hecho de carne y hueso. El hombre es hombre y se conduce con los instintos naturales con los que fue creado, ama, siente y jamás podrá conducirse con las normas celestiales que reclaman la espiritualidad de mantenerse intacto ante las tentaciones carnales, ¿lo sabrá Dios? Las diferencias humanas son extremas: la riqueza ante la pobreza, la felicidad ante el dolor, la fuerza ante la debilidad, la preferencia ante el olvido; el mundo es de los más vivos que usan las artimañas más deleznables para dominar a las sociedades sin considerar lágrimas ni esperanzas: “Homo, homini lupus” (el hombre es para el hombre un lobo), ¿lo sabrá Dios? No se puede tapar al sol con un dedo para afirmar que ha habido más muertes en la imposición de las ideas religiosas variopintas que otras guerras con tinte político y económico. El mundo es un caos que necesita orden, ¿lo sabrá Dios? Claro que sí lo sabe porque Dios es el mismo hombre que ha implantado desde hace cientos de años una perniciosa estrategia generalizada en todas las razas para avasallar a los más frágiles del pensamiento, creando situaciones ilusorias y de esperanzas para encerrarlos en un mundo de espiritualidad cautiva, ciega que los vuelven creyentes empedernidos por la fe. Dios sí lo sabe todo porque Dios es el mismo hombre rodeado de un aura de egoísmo y ambiciones, es un ser divino y de luz a semejanza de aquel ente celestial que nos han querido imponer y que poco a poco no se podrá mantener esa idea abstracta, increíble porque el hombre se ha vuelto pragmático que no cree más que en lo que ve y le dé beneficios. Las generaciones actuales ya son difíciles de convencer, ya no podrán surtir el banco de la fe. Ser o no ser, la eterna incógnita de la creación del pensamiento humano.

sábado, 25 de agosto de 2012

CARAJOS CON LA EDAD… El privilegio de los años es un regalo divino tanto de la genética como de Dios. Hay que saber disfrutarlos con la sonrisa en los labios que dan los años y con un cuidado escrupuloso por la salud porque el cuerpo se parece a la arepa que hasta con una exhalación se quiebra. El cuerpo se parece a un carro viejo que constantemente se descompone y se repara que para evitar más disgustos se vende con el consiguiente problema que se le hereda al ingenuo comprador. A nosotros, con los años encaramados en uno, nos pasa lo mismo, sanamos de una enfermedad y se nos presenta otra y otra, con la única desventaja que no nos pueden vender a otro incauto — que ni un loco se atrevería a comercializar— aunque el remedio sería la muerte. Cada día que pasa es un nuevo amanecer o es de luces o de oscuridades. La gloria es breve y el infierno interminable, desde luego con sus distinguidas excepciones de hombres o mujeres increíbles que así como nacen mueren sin ninguna enmendadura, intactos. Sea Chana o Juana debemos aprender a convivir con nuestro destino abriendo nuestros corazones a todo el mundo aunque por dentro nos carcoman los demonios invisibles porque si estamos programados para una vida longeva nada ni nadie acabará con el pellejo en alma de niño sino hasta que llegue el tiempo de saludar a la madre Gea. Según lo que se advierte, en la ancianidad el carácter se descompone, se vuelve ácida, a veces agridulce; otras, intransigente porque se imagina uno vivir en un mundo de incomprensión y de carga familiar, pero es tan sola una apreciación equivocada, un espejismo. El camino andado trae su cúmulo de jazmines y buganvilias rojas— por su aroma la primera y por su color, la segunda preciosas ambas— en manos del hijo o del nieto, aquéllos que se lograron levantar con amor, paciencia y alegría cuando eran unos seres indefensos ante la vida; hoy les corresponde a ellos devolver la asistencia, pero sin compromisos ni exigencias sino con el aprecio natural que sienten por la sangre adorada de sus mayores. Yo estoy en esa edad de los años encimados y estoy claro de mi destino, oh Dios, y trato de afrontarlo con entereza aunque con ciertos temores y pena que da la vejez como el andar en corcoveos laterales en figura semejante al de un borrachín o de doblar el lomo cuando mis coyunturas y tendones se me aflojen, pero no me queda más que el consuelo de agradecer al cielo que aún estoy vivo para dar más lata a los que me quieran aguantar. Hermano, hermana: vivamos la felicidad de los años restantes— que es una distinción de los dioses del panteísmo y de los seres de Luz que pueblan el universo—, olvídate de los crucigramas de enfermedades que no te dejan en paz, sí eres hipocondríaco se fuerte porque esa manía le pertenece a los débiles, acalla tus temores y dolencias con el bálsamo exquisito de tus seres queridos y de todos los que te rodean, la vida es tan dulce que hay que saber sobrellevarla hasta el último aliento que nos queda, así vengan tormentas que te quieran doblegar, y aquí entre nos aun hay tiempo para amar si no con la pasión indomable de la juventud sí con la madurez que da la espiritualidad, no hagas caso y piensa lo que vale cada minuto de existencia y que después de esto nada…sólo la reencarnación en otra vida, pero con la experiencia olvidada de este mundo que es la que nos interesa por ahora. ¡Salve madre Gaia por los dones ofrecidos a los longevos!
JÓVENES CON UN DESTINO INCIERTO La falta de oportunidades para el trabajo es un claro problema nacional que el gobierno federal no ha podido resolver y ni qué decir de los gobiernos estatales que cierran los ojos, pensando que ese dolor de cabeza social sólo le compete al presidente. Se presume que se han creado bastantes empleos para mermar la necesidad laboral de los mexicanos, pero es pura retórica y demagogia. El problema cada día se acrecienta y no tiene freno. Pero lo más conmovedor de la realidad es que arrastra al barranco a la juventud en edad productiva, especialmente, a aquéllos que no han tenido la oportunidad de continuar sus estudios por causa de la pobreza y que son la mayoría. De la población del país, una cuarta parte, 29.7 millones se encuentran en una situación de abandono y pertenecen a ese sector, reitero, los más pobres que van de los 15 a los29 años. Sí los jóvenes que terminan una carrera profesional sufren por conseguir un trabajo y si lo consiguen son mal pagados, es obvio que los no preparados están sentenciados a una vida de ignominia y desolación, y en el último de los casos a terminar su vida en una fosa común, por dedicarse a actividades ilícitas o peligrosas como es el negocio del narcotráfico, que ya es una realidad inobjetable. La familia tiene que sobrevivir de alguna manera. Y aparte de aquéllos que ya vienen despuntando para la actividad laboral de modo que el problema quién sabe hasta cuándo vaya a terminar. Ya es tiempo que las autoridades de todos los niveles se pongan las pilas y dejen de pensar en sí mismas y que dejen de pelearse como gatos y ratones para favorecer a sus círculos de poder. Es necesario pensar con seriedad en que un pueblo sin trabajo es un pueblo sentenciado al atraso y al desorden. La educación sería la solución, dándole la oportunidad a toda la juventud actual. Es mentira que se haya incrementado los niveles de estudios en la educación media superior y superior pues aún existe mucha deserción, y las autoridades, viviendo, como siempre, en el limbo de la desesperanza. El gobierno federal— ya de salida por dedicarse a exterminar la turbulencia de la magia organizada ya de por sí enraizada desde antes en los gobiernos autoritarios— sólo se preocupó por querer poner orden para ganar conciencia en las futuras elecciones, pero sólo revolvió todo el lodo y se fue en blanco porque el pueblo no quiso reconocer sus ansias de querer componer las cosas, salvo los lugares en donde la violencia se ha incrementado. Ahí los votos fueron a favor de su partido. Es preciso que de ahora en adelante el nuevo gobierno, si quiere ganarse la voluntad del pueblo mexicano, debe continuar con el combate a la violencia con más inteligencia y luego tratar con manos de hierro lo relativo a la educación actual como lo es la reforma educativa para concluirla hasta sus últimas consecuencias y evaluar resultados pues reiniciar otra, sería un cuento de nunca acabar como ha sido siempre. Se debe reconocer que la educación es la clave del desarrollo de un pueblo. Un pueblo educado se vale así mismo, aunque los resultados no son inmediatos sino a largo plazo. La educación de calidad es la clave para brindarle a la juventud una forma digna para enfrentar la vida. Dios quiera y se atienda esta prioridad insalvable, pues estaríamos expuestos a una potencial rebeldía, si no un estallido social, de esta juventud que ya no puede aguantar más la indolencia e incapacidad de los gobiernos rapaces que nos han mal gobernado, más preocupados por despellejar al vellocino de oro que pensar en el desarrollo de México. Aún creen que el mexicano se sigue chupando los dedos ¿Hasta cuando se acabará esta desgracia? Qué no se olvide que algunos países asiáticos recorrieron estos mismos caminos de desolación y ahora se han convertido en una economía emergente (Singapur, China, Corea del Sur) y la tabla salvadora fue la educación. Los profesionales de esos rumbos, son obreros internacionales y no se esperanzan de lo que el gobierno les pueda ofrecer en trabajo. Más dinero a la ciencia y la tecnología ¿Sueños guajiros?

domingo, 19 de agosto de 2012

SOMOS DE MUNDOS DIFERENTES Abril 29 de 2222. Pesimismo y dolor en un mundo en decadencia. Era una nave espacial de radiante color escarlata que exploraba el universo infinito en búsqueda de algún planeta favorable para habitar porque el mundo original de los parnasianos iba sufriendo cambios climáticos que dificultaba la continuación de la vida. La inconsciencia de sus habitantes por vivir mejor habían desgastado los recursos naturales y favorecido la contaminación y el aire se había enrarecido que la vida se hizo imposible, en consecuencia el cuerpo de aquellos seres hermosos se iba transformando lentamente en figuras caricaturescas y la mente, que había evolucionado grandemente en la espiritualidad, iba perdiendo cada vez más su esencia extrasensorial. Era un linaje que había desarrollado el 99 % de su inteligencia, podría asegurarse que conformaba una de las castas intergalácticas más adelantadas del sistema solar, Tseyor. Era necesario tomar una resolución urgente para explorar otros mundos y evitar una catástrofe inaplazable. Serdna, el comandante de la nave de 45 años de edad encargado de aquella delicada misión de salvamento, iba a dejar esposa e hijos en una convivencia conyugal de 30 años, convertida en una rutina, si acaso era la fuerza de la costumbre que sostenía esa relación. Sus ansias por encontrar mundos nuevos para la preservación de su estirpe se le habían vuelto una obsesión justificada, ¿y quién no? El tiempo era vital, los sabios habían calculado dos años de supervivencia en su mundo, la extinción era segura sí no se encontraba una pronta respuesta al problema ecológico. Así que se lanzan al espacio sideral con el encargo de encontrar un planeta limpio y benéfico para la vida. Octubre 12 de 2222 — ¡Mundo a la vista! —anuncia con alegría una voz desde el interfono. En la pantalla del monitor aparecía claramente la imagen de un mundo azul claro, un verde intenso mar, flora y fauna que deleitaban los sentidos de los exploradores espaciales. No cabían de gozo, sentían que la aventura había llegado a su final y la salvación de su pueblo a un palmo de narices. —Al fin compañeros, hemos llegado a nuestro destino, como aquel Cristóbal Colón de los terrícolas que descubrió un 12 de octubre de 1492 un Nuevo Mundo para beneficio de su gente, pero fue un descubrimiento para esclavizar y enriquecerse, en cambio nosotros lo necesitamos para sobrevivir. Bajemos a investigar— ordenó el capitán. En un claro del bosque descendió suavemente la nave como una hoja balanceándose suavemente en un otoño de sudores tropicales. Bajaron las escaleras automáticas y alcanzaron el suelo y con una máquina inteligente, como un perro que husmea su territorio, analizaron la composición de la atmósfera y la tierra y comprobaron que era apta para sus pulmones de filigrana. Sus delicados sentidos del olfato percibieron el exquisito aroma de las flores campiranas que traía el viento en ráfagas. Se quitaron las escafandras y el tanque de oxígeno que portaban para aligerar el paso, decidieron reconocer el lugar en dónde habían llegado. Sus ojos, que ya habían evolucionado, estroboscópicos sólo encontraron aves, animales y vegetación, ni un ser inteligente. —Es un planeta aparentemente inhabitable, un lugar a modo para vivir sin problemas, y no descansaremos hasta convertirla en un bello paraje, sí, en el mejor mundo de la galaxia a la cual pertenece. No cometeremos el mismo error como sucedió con el nuestro. Es necesario seguir investigando, es posible que hayamos llegado a una parte libre de un mundo en donde quizá existan más civilizaciones más allá de estos límites—expresó con entusiasmo Siul, el capitán. Acostumbrados a viajar a la velocidad de la luz, conseguían que el tiempo se frenara y sin saberlo se encontraban en una América Nueva, pero en otra dimensión. —! Compañeros ¡¡compañeros!— se escuchó una voz sorprendida desde los cuartos de mando— aparece en la pantalla un sin fin de ciudades extrañas repartidas en este mundo y parecen hombres rústicos sin ninguna evidencia de evolución. El comandante subió presuroso y comprobó la información. —Cierto, es un mundo ocupado por humanoides vestidos de diferente manera a nosotros, pero habría que tratarlos para saber cómo piensan y sí estarían dispuestos a compartir con nosotros un pequeño espacio y cohabitar en armonía, sin causarles problemas, al fin y al cabo nuestro mundo es pequeño y no ocuparíamos demasiado espacio—manifestó Serdna—, es necesario mezclarnos con ellos sin que se den cuenta de dónde vinimos y cuál es la intención nuestra y poco a poco les iremos sacando sus pensamientos a través de lo que nos queda de nuestros poderes para leer la mente. — ¿Y quiénes irían preguntó una voz?— era Lear el más joven. —Irían, no, iría solo sí les parece, para evitar recelos en la gente, aunque nos diferenciamos un poco por el color de la piel, tenemos cierta semejanza física, no creo que suceda alguna inconveniencia. — ¿Y cuánto tiempo esperaremos para saber noticias tuyas? —preguntó Siul. —No lo sé, pero lo suficiente para traerles alguna muestra de su civilización y postura y luego decidamos lo que tengamos qué hacer. — ¿Y cuándo saldrás? —En este mismo instante. Subió a la nave y se acomodó en la cámara tele transportadora y digitalizó el código X20 y escogió el lugar a dónde quería viajar: fue Palenque. Desintegrado en átomos viajó a altas velocidades y se materializó en un lugar de clima cálido y de abundante vegetación en donde pastaban animales raros y desconocidos, pero dóciles. Obviamente extraños para él: venados, armadillos, iscuintlis, osos hormigueros, serpientes de cascabel, entre otros. Se le apareció de la nada con un movimiento de la mano un aparato digital de orientación y se dio cuenta que estaba cerca de una ciudad. Caminó un buen trecho y apareció ante su vista el panorama de un gran pueblo de casas circulares de techos de huano y en el centro, edificios enormes y altos hechos de mampostería. “Qué mundo tan apacible se advierte que aún la madre Gaya respira de salud. Sería un lugar conveniente para asentarnos y convivir e intercambiar nuestra ciencia con estos seres que parecen sencillos y adorables” Siguió caminando y se encontró de repente en un claro del bosque en donde un grupo de nativos, alrededor de una fogata, comían gustosos el producto de su caza. Pero para evitar alarmarlos con dos movimientos de la mano se les transformó vestido de la misma manera que ellos con unos calzones para esconder su vergüenza. Se metió en sus pensamientos y supo del lenguaje que usaban y decidió utilizarlo, saludándolos cordialmente: — ¡Hola hermanos! ¡Una buena cena para fortalecer el apetito! ¡Han tenido una buena tarde con el arco! Se le quedaron mirando con suspicacia, pero luego se les fue llenando el ánimo de confianza y lo invitaron a compartir aquella exquisita pieza de venado. Se encajó en el círculo posicionándose en cuclillas igual que ellos y como un niño de pocos años que solo imitar sabe para aprender, empezó a saborear la vianda. Se imaginó que se le pudiera descomponer el estómago, así que probó un poco para acostumbrarse. Le supo a gloria a pesar de la diferencia de organismos. Se dio cuenta que la adaptación en aquel mundo no iba a ser difícil y se sintió feliz. Habían llegado al final de su rudo camino celestial. Lo importante, ahora, era vivir en fraternidad e intercambiar ciencia, tecnología y cultura. Aunque se dio cuenta que aquella raza aún no había despertado del atraso, la forma de vida lo demostraba. “Civilizarlos será un buen motivo para convivir con ellos” Se le presentó una oportunidad para afianzar la amistad. De una rama de un árbol se iba descolgando una serpiente, gruesa y larga como la cauda de un cometa, que se le fue acercando a un nativo y antes de lanzar la letal mordedura fue fulminada con un certero lanza rayos que la dejó chamuscada. Los mayas maravillados ante la escena no daban crédito a sus ojos. Nunca habían visto un caso igual y pensaron que estaban ante la presencia de un hombre poderoso, increíble. Cierto Había llegado de tierras cósmicas a tierras del Mayab. Fue invitado de honor para conocer el pueblo y su hazaña ya recorría la ciudad. Serdna paseó la mirada por todos lados y se dio cuenta que aquella raza necesitaba la protección de su ciencia. Seguía viviendo a la buena de Dios a pesar que ya cultivaba la tierra, tenía nociones sobre la astronomía, la arquitectura y algunas ideas sobre sistemas de riego. Era un encuentro intergaláctico: un mundo nuevo a punto de nacer al intelecto, y otro, a punto de desaparecer por tenerlo demasiado. Siul y sus compañeros, mientras esperaban, decidieron explorar el entorno y en el camino observaron la entrada de una cueva y se metieron por curiosidad. Sus trajes espaciales se iluminaron automáticamente y advirtieron en el centro de la caverna un cenote que los animó a bañarse. Se olvidaron por el momento del objetivo de su estancia en ese mundo perdido en el cosmos y pensaron en distraerse. En el instante de entrar al agua emergió de repente un escamoso caballo alado con rostro de serpiente que casi los atropella, pero no se asustaron porque aquellos hombres ya habían vencido el miedo físico y siguieron con el enjuague como si nada hubiera ocurrido. El miedo ha sido siempre el problema del ser humano, pero más el que proviene de los asuntos de la vida en sociedad. Serdna acompañó a los nativos hasta la ciudad de Palenque. De las casas acechaban curiosas las mujeres con el torso desnudo, era la costumbre, asombradas porque nunca habían vistos a un ser de piel fosforescente, azulada como un cielo en el amanecer enjuagada por la lluvia y el cabello y barbas de colores varios que le daban una apariencia llamativa y extraña. Los niños en bola correteaban alrededor del hombre quien se mantenía sereno y curioso por todo lo que acontecía en su entorno. Le seguía los pasos a sus anfitriones y lo invitaron a subir las escaleras de un edificio piramidal para que conociera a los sacerdotes mayas que oraban entre nubes de incienso a sus dioses paganos, y luego se dirigieron a otra construcción de base rectangular que remataba en una torre abovedada en cuyo interior se veían unas ventanas rectangulares en el techo por donde observaban por las noches serenas unos ancianos el movimientos de las estrellas y los planetas, ya conocían a Venus como el lucero de la mañana, Nojol Ex. Casualmente habían comentado que una estrella fugaz parecía haber caído una noche cerca de su ciudad y rogaban que no trajera pesadumbres al pueblo, es por eso el ruego de los ancianos sacerdotes a sus dioses protectores, principalmente a Uh, la luna. Después de una plática amena en el idioma indígena, que ya había aprendido, lo invitaron a compartir la cena en casa del halach huinic, el gobernante principal. Sentados en rueda sobre petates les sirvieron comida regional que saborearon todos. Entre las mujeres que atendían, destacaba una muy bonita: cara redonda como una moneda nueva con dos hoyuelos en las mejillas, el cabello bien peinado y remataba en un moño en la nuca, engarzada de flores del sac-nicté (flor de mayo) y muchas, pero muchísimas lunitas obscurecidas en enjambre le cubrían el rostro y la espalda que la volvían aún más hermosa “Dios celestial cuánta belleza” Dos cantaritos enmielados de sensualidad asomaban tímidamente de su cimbreante torso. Toda ella morena, morena como una vida plena de tristeza y de mandar todo al carajo cuando se encuentra uno en problemas, principalmente la falta de salud. Nunca en su vida había visto el colmo de una belleza femenil. Fue una atracción mutua porque la niña no despegaba la vista de aquel iridiscente forastero, no obstante, las diferencias de edades y de razas. Nuevamente, como ha sido siempre en la historia de la humanidad, se anunciaba en este mundo el devenir de una nueva mezcla de sangre. El amor no tiene fronteras ni prejuicios. Las miradas fueron pescadas al aire— el amor nunca debe esconderse— mientras se anidaba en los corazones de aquellos hombres burdos la esperanza de que aquel hombre se quedara a vivir entre ellos para aprovechar su sabiduría y convertir al pueblo en una mejor esperanza de vida. Una nueva raza no estaría mal. Salieron del agua los extraterrestres, se comunicaron con Serdna, que ya no vivía en él, ya que su mente la ocupaba en esos minutos una paloma torcaza por eso no obtuvieron respuesta. Se cruzaron los mensajes telepáticos pues no se podían atender a dos cosas al mismo tiempo. Sin duda, eran seres de una mentalidad madura y tolerantes por eso no insistieron y prefirieron esperar las buenas nuevas. En la plática que sostuviera Serdna con los naturales se dio cuenta que existían otros pueblos e imperios que vivían en las mismas circunstancias de pobreza y retraso por la falta de desarrollo, así que decidió comenzar en apoyar a esta gente buena. Le enseño el uso de la rueda, le mostró cómo podían atrapar los mensajes que traían las estrellas y los planetas para mejorar los cultivos, y a los más abusados el milagro de la sanación con las oraciones y la acupuntura. Se tele transportó a todos los pueblos de América y les obsequió parte de su civilización. Le llegaron a conocer con diferentes nombres: Quetzalcoatl, Kukulkan, Militzín, Huracan, Hombre venido de las estrellas, etc. Entendió que un mundo con dueño no era posible la convivencia por las diferencias de culturas y sintió que no tenía derecho a importunarlos. Pensó en su familia y sus hijos en peligro de morir si no se apuraban en la búsqueda de nuevos mundos, ahora sí vírgenes, pensó en la joven que le había arrebatado el corazón en una relación ilusionista, es decir, exclusivamente espiritual y a pesar que había leído el mensaje del corazón de Sacnicté que le decía “te amo, señor iluminado, ámame como tú quieras”, pero se sentía muy mal. Era cuestión de decidirse y tomarla, integrarse a ella en un solo cuerpo, beber la savia de su feminidad, comerla a besos, fundirse en el crisol de la ansiedad para apaciguar a los demonios que siempre rondan al amor, pero su mentalidad de hombre celeste educado en el control mental, desarrollado durante muchísimas generaciones, se lo impedía. Ya habían sostenido antes varias pláticas y se habían declarado su mutuo amor. Ella insistente, él domesticado por los prejuicios de su mundo. —Deja las estrellas y quédate conmigo, mi pueblo te necesita y yo más que nadie—le reclamaba la bonita. — No puedo, a pesar que no conocía que era el amor y que ahora ya sé qué es, mi destino es otro, es otro amor por mi tierra, entiéndeme. — Me has dicho que el aburrimiento se ha adueñado de tu corazón, ¿por qué no comenzar una nueva vida? ¿Te afecta tu familia, tus hijos? — No lo sé, no te lo puedo explicar, quizá sea la fuerza de la costumbre que me impide comenzar, estoy aturdido. — ¿Vivirás eternamente? — No sigas, Sacnicté, me mareas con tus recriminaciones, solo confío en que el destino resuelva mi problema. — El destino eres tú y nadie más que tú, ¿no lo entiendes? Ya no hablaron más del tema que era intolerable para el extraterrestre. Se fueron llevando de una manera singular. Se llenaban de amor solamente con la mirada puesta en ambos, pues la niña había aprendido una nueva forma de amar al estilo del visitante aunque por dentro su juventud le decía otra cosa, una entrega mutua, sublime, al estilo terrestre. —El amor no se basa en el contacto físico, es más hermoso y profundo cuando los espíritus se sincronizan en una sola alma— repetía incesantemente a Sacnicté el celeste forastero. Pero, el corazón de Sac nicte no entendía esos pensamientos propios de mentes desarrolladas. Ya no hubo más encuentros. Serdna, entristecido, cerró los ojos y pensó un día cuando estaba a solas: “Por un amor un cielo, pero por la tierra nativa todo”. Borrón y cuenta nueva y se despidió de ella y del pueblo. Los exploradores amigos seguían esperando el retorno del capitán, ya habían encontrado espacios bellos y adecuados para establecerse y crear una ciudad coma la suya. Sentían que al fin habían logrado su propósito. Se aparece Serdna y les dice: —Hermanos, este mundo no está solo, lo habitan infinidad de reinos y pueblos que viven separados por enormes distancias, algunos en armonía, otros con ideas de conquista, claro en desventaja con nuestra civilización que no sería difícil convivir con ellos y dominarlos, pero no sería justo. Nuestra preparación no nos permite tomar nada a la fuerza. El tiempo en que estuve alejado de ustedes traté de ayudarlos proporcionándoles un poco de nuestra tecnología, lo suficiente para que vivan un poco mejor. —Pero ya hemos encontrado un lugar apropiado para vivir—interrumpió Siul— si lo vieras… —Te creo hermano, pero ya está decidido, sigamos explorando otras galaxias pues tengo la seguridad de que encontraremos otro mundo completamente deshabitado para la civilización parnasiana. Abril 18 de 2224 —Arranquemos la nave y vayamos en busca del destino nuestro. En el camino iba grabada para siempre la imagen de Sacnicté, acompañando al comandante que no tuvo el valor suficiente para arrancarse sus prejuicios conforme a las reglas no escritas de toda sociedad aún fueran de otro mundo. No las quiso romper y desperdició para siempre la oportunidad de vivir en felicidad durante el tiempo que le quedaba de vida. Siul sabía ya que el destino de su pueblo estaba escrito por la adversidad. Pero había sido educado para obedecer, solo obedecer ¿Para qué recriminar?

lunes, 13 de agosto de 2012

MI NIETO, ÓLIVER “Artefactos varios se han inventado para guardar todo tipo de potencia pero nadie en el mundo ha ideado en cómo usar la del niño en la ciencia” Con la eterna sonrisa de tu cara farfullas palabras del periódico y en tu comedia que no es nada rara ya que es el momento de ser perico. Tú te cimbras cual bailarín moderno en el instante de mirar a Jade y la abrazas enjundioso y tierno como juguete alguno que te agrade Son tus dedos tentáculos de pulpo que no dejan en paz perilla alguna y si algo descompones y te culpo mi barca naufraga como ninguna A cada momento besitos quiero porque sabes con sabrosura darlo, alimento que si no encuentro muero de tu límpido corazón sacarlo No te cansas mi terco rapazuelo en desandar mil veces un camino provocando pesadumbre en tu abuelo por cada paso dado y sin destino Pequeño bombo de maciza pulpa jamás te cansas de besar el suelo, y aunque nunca tendrás tú la culpa de tus intentos vanos de revuelo Mientras mantengas siempre la inocencia darás felicidad a tus abuelos quienes se armarán siempre de paciencia de tus maldades nuevas de pilluelo Algunas veces aparecen sueltas un sin fin de palabras en tu boca y en el intento sabes darle vuelta que en vez de pedir leche, pides coca Nadie en el mundo te hará cambiar, ya que es tu naturaleza de niño de modo que al mundo puedes arrasar sin que por ello mengue mi cariño