jueves, 28 de marzo de 2013

La discriminación un cáncer inixtinguible

NO SOMOS IGUALES Andrés J. González Kantún Sentado sobre una protuberancia de mis raicillas, desde hace horas, inmóvil, una máscara de congojan, con los codos apoyados en sus muslos, el hombrecito, entre sus manos hechas garras, retorcía de mil modos su cabellera hirsuta. No era para menos estaba muy enamorado de una chica de su rumbo, pero sus padres lo repudiaban por cuestiones de linaje. Los papás de la joven le habían prohibido terminantemente rompiera la amistad con la hija: “¡No son iguales! ¿No lo entiendes? ¡Ella es una Molina, y tú, y tú un simple Uh! ¡Ella es blanca y tú…moreno!— le escupió las palabras en la cara, don Ruperto— le resonaba en la mente en un eco sin fin” El mundo se le vino encima y para apaciguar su apachurrado ánimo regresó a mí para relajarse bajo mi floresta. Al rato se asomó la enamorada para tratar el asunto y yo como testigo de honor. —Manuel, yo no entiendo a mis padres, me han inculcado desde pequeña amar a mi prójimo sin distinciones porque todos somos iguales, y nadie es más que otro pues la sangre no cambia de color. Pero ya vez que en la realidad se desdicen. A mí me gusta platicar contigo, y además estudiamos juntos, entonces, ¿cuál será el problema? Yo escuchaba atento la conversación de ambos y lamentaba el suceso, aunque no me asombraba porque había sido testigo por varias generaciones de mil asuntos relacionados con el mismo tema del desaire por la raza. Desde que llegaron los conquistadores en esta tierra la historia sigue igual; a los nativos hermanos no los consideraban como seres pensantes, una botella de aguardiente o un caballo valía más que ellos. Después de cientos de años la humanidad persiste en una postura terca, irreflexiva e inhumana, la civilización en cuestiones de estirpe sigue careciendo de corazón. Bajo mis ramas he visto correr a hombres de piel negra escapando de grandes jaurías azuzados por hombres blancos que sólo los deseaban para matarlos en el trabajo en los potreros, algodonales y cañaverales, en los deportes son estigmatizados sin razón, sin tomar en cuenta la cultura del hombre civilizado. Todo es color, raza, credo o social las causas. — Está todo claro, Amalia, no me estiman para nada, simplemente por mis apellidos, no hay otra razón. Y luego que quería decirte que te amo con todo las fuerzas de mi corazón. Que las noches sin ti son una agonía, un insomnio eterno, una lacerante forma de sufrir. —Y yo más que tú, no te imaginas cuánto te quiero, tanto que sería capaz de oponerme a todo, fasta la aberrante actitud de mis padres, te lo aseguro. Precioso discurso de un alma enamorada. El hombre desde que es hombre vive sumido en la inmundicia de su soberbia; es un lobo entre sus mismos hermanos, mata cuando quiere y humilla al que se deja sin consideración sólo por la diferencia física o del intelecto. Yo soy originario de esta América nueva, y me aman muchos no por lo que valgo sino por lo que soy. Por cientos de años he sido el confidente único y cómplice de aquella mujer de largos y frondosos cabellos peinados en crenchas que por las noches de plenilunio se pasea junto a mí en espera de un incauto noctámbulo que caiga ante el embrujo de su mirada y su fascinante voz. Aunque sea una sola noche, el hombre elegido vivirá feliz. Manuel mi amado amigo, lo mismo que yo somos de este mismo lugar igual que sus antepasados. Dueños por derecho de ser los primeros colonizadores. Continúa la bella: — ¿Por qué crees que me gusta platicar contigo?, si no sintiera nada por ti otra cosa sería. ¿Qué tienen que ver los apellidos con nuestra relación? Tu color y tus ojos de semilla tierna te hacen más interesante y hermoso. Los prejuicios salen sobrando. Pero tus padres piensan diferente. Yo los oía muy emocionado y quería hablarles, que me escucharan si podían, pero aún no aprendemos los vegetales a comunicarnos con los humanos, quizá algún día cuando el espíritu del hombre madure en quinta dimensión. Cierto, ¿qué tienen que ver los apellidos si la diferencia es de matiz? Los apellidos de donde vengan se originan de la madre naturaleza: de los objetos, de los ríos, de las riveras, de las guerras, de los colores, de las vegas, de las canteras, de los animales, de las plantas, de los objetos, de los patronímicos, de los oficios, del cielo y las estrellas, de los topónimos o lugares, en fin, vienen de todo. Si ella es Molina, se origina de Molino o de una casa o solar; pero el apellido de él, de la novia del sol, de la hermosa luna. Se siguieron llevando a escondidas mientras continuaban sus estudios. Su amor fue creciendo como las aguas marinas en pleamar. Pero llegó el día en que los padres decidieron poner punto final a esta relación dispareja, según su apreciación, que les manchaba con alquitrán su falsa hidalguía. El ego, siempre el ego, hasta la eternidad. El hombre aún no sabe dominar sus emociones. La igualdad es el más bello sueño de la humanidad, que aún está en pañales. Lo importante es la felicidad y compartirla con cualquiera, un privilegio, y más si está en la familia, amar sin distingos ni intereses. Un San Francisco de Asís será la esperanza pues ya lo tenemos presente en Francisco I. Yo soy un ser de 70 metros de altura, muy grueso y longevo. He amado a las aves que anidan en mi follaje, a los hombres que se sirven de mi tronco y brazos para fabricar muebles y de mis frutos en cuyo vientre se extraen nubes que sirven para rellenar almohadas y qué decir de los antiguos dueños de esta tierra que me respetaron y usaron para sus ritos a sus dioses o acuerdos políticos para vivir en paz como cuando llegaron esos de los apellidos rimbombantes que no quisieron ensuciarlos con los de aquí porque era un pecado capital como el caso de Manuel y Amalia. Qué lío el de los dos amantes. Manuel, pensando en que el estudio emparejaba niveles sociales, le dio duro a la profesión. Mientras la bonita de los ojos de mar Caribe y ensortijados cabellos brunos quedó en casa para practicar los oficios del hogar. No la dejaron continuar su preparación académica por el temor a que siguiera entrevistándose con aquel subhombre. La comunicación cada día se hacía más esquiva, Manuel, dándole duro a los estudios. La niña desgajándose de amor y soportando las recriminaciones de sus progenitores. Aquel amor de adolescentes, fue mermando de intensidad como una bajamar. Terminada la carrera, volvió Manuel para arreglar su asunto amoroso, pero la encontró casada. Muy apesadumbrado, como en sus viejos tiempos cuando se sentía deprimido, volvió a mi regazo para desahogarse en llanto. Para bajar con el vermífugo del desencanto racimos de dolor por la descortesía de su amada que no supo esperar ni aclarar la situación. Para hacerle menos su tortura lo abaniqué con mi fronda, alisándole todo el cuerpo acalorado, entumecido por el daño cuando de repente sacó de un envoltorio una soga que deslió y cruzó en uno de mis brazos. Subió en una de mis raíces y se la amarró en la garganta. Quedé sorprendido, pero cuando se aventó al vacío, reaccioné y me hice lo quebradizo. Lo salvé. No satisfecho lo intentó de nuevo y con los mismos resultados. —No es mi destino—rezongó—creo que tengo algo pendiente en la vida, al carajo con las decepciones amorosas, un clavo saca a otro clavo. Y se fue. Lo que no quiso indagar Manuel, fue la suerte que corrió su adorada Amalia. El padre de ella en un negocio mal planeado perdió todo su patrimonio y para evitar la vergüenza ante la sociedad convenció a la hija— que ya se había cansada de esperar y de soportar las reprimendas de su padre— para engatusar a un joven comerciante que le pudiera fortalecer en dinero para comenzar de nuevo. La criatura se sacrificó y se formalizó el matrimonio y vinieron los hijos, muchos hijos. El joven encandilado se llamaba: Melquiades Pech Ac. Un amor perdido por causa de la presunción de los apellidos hispanos. De mi parte seguiré siendo confidente de todos aquellos andarines que quieran tomar bajo mis alas un merecido descaso de las tareas diarias de la vida. 28 de marzo de 2013. .

domingo, 24 de marzo de 2013

La muerte es un tema con que se puede jugar.

CARTA PÓSTUMA Con la idea de recrear este texto me permito usar la interpolación de los diferentes tiempos verbales con hechos parcelados en sucesos temporales, el pretérito, obviamente ya vividos por mí, el presente y el futuro basados en lo que es o pudiera ser que con seguridad se cumplirán en tiempos venideros y si acaso sufrirán tenues variaciones. Ya mañana será un “Cuéntame tu vida” en pantalla gigante, pero con textos venidos del más allá. Con el humor negro también se hace literatura. Este primer párrafo no se debe leer, es decir, el primero. En mis asistencias a los entierros de amigos y familiares siempre me gustó aquel momento emotivo de los discursos dolorosos, aunque improvisados, y me decía, el día en que yo me muera el texto lo redactaré con anticipación y la lectura estará a cargo de mi hija Lupita, pero antes me lo recitará en vida para disfrutar mi extravagancia porque después de fallecido ya no será igual, ya que no lo podré escuchar, obviamente, con los matices de una lectura de auditorio. Cuando yo desaparezca, que es la sentencia final de Natura, no quiero que los más cercanos a mí desborden de sus ojos aguas saladas por un acontecimiento de por sí natural e inevitable; ni tampoco deseo que inventen, como se acostumbra, historias magnificas de mi vida pasada que nunca existió. Solamente quiero que conversen de la simpleza de mi paso fugaz por este mundo que estuvo cargado más de errores que de aciertos, ah… y de aquellos anhelos que no pude concretar por falta de carácter cuando era necesario decidir a pesar de las oportunidades que estuvieron siempre al alcance de mis manos: como el de haberme convertido en un trota mundo en el conocimiento de otras culturas milenarias. No debo negar que mi vida, como la de cualquiera, estuvo bailoteando entre zarzas y flores; las primeras fueron abundantes; y las segundas muchas más. Pero viví como cualquier ser humano el flujo y reflujo de la vida. Hoy al final de mi duro camino me voy satisfecho como lo expresó el poeta Amado Nervo: “Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz”! ENCUENTRO FINAL CON MI MADRE Madús, cuando observo a mis hijas recogerse el manojo de cabellos que les cae discretamente sobre las orejas me acuerdo mucho de ti. Y más aún, cuando les miro con ternura esos ojos tristes de semilla tierna que les regalaste con generosidad un día. Y de nueva cuenta te vuelves a aparecer en mis recuerdos y te aprovecho para retratarte con ansiedad con la misma veneración con que las miro a ellas. A pesar del tiempo transcurrido, tu imagen inolvidable le recuerda a mi conciencia la poca atención que te presté cuando las oportunidades se me presentaron a montón, pero que no las aproveché debido a mi egoísmo que fue producto de mi irreflexiva juventud. Una necesidad solicitada por ti para ser amada y que no te la di como merecías cuando más te hacía falta. Fue de mi parte un error injustificable. Nunca quise entender que lo único que deseabas, solicitada a través de tu mirada amorosa y de tus actos reflejos, era un poquito de cariño y tiempo para cuidarte y amarte, pero siempre me negué a propósito porque no quería reconocer que el corazón de una viejecita necesita calor, y que es tan frágil como las hojas del otoño que en su caída al suelo con solo un suspiro del viento se desmorona. A diferencia de un corazón idolatrado que adquiere fortaleza ante todo tipo de adversidades cuando se le alimenta a tiempo y constantemente. Sin embargo, ante tanta insensibilidad de mi parte, quise justificar mi torpe proceder brindándote apoyos materiales, a veces innecesarios, pero de nada sirvieron, pues nunca satisficieron tus aspiraciones de madre. Madús, equivoqué tremendamente el camino en mi propósito de brindarte felicidad a mi modo. Fue una actitud que desacreditó mi papel de hijo consentido. Algunas veces en mis arranques emotivos por causa de Baco, después de un juego de pelota, te apapachaba sin medida y creo que hasta logré que te sintieras la mujer más feliz del planeta, pero eran momentos ocasionales. Hasta me imagino que guardabas en tus pensamientos el gusto porque continuara con esa conducta disipada para que te siguiera ofreciendo mi afecto que no te daba como debiera ser. De todas maneras, sirvió de algo porque tuve la oportunidad de brindarte mi cariño, aunque momentáneamente, no importaba si era en ese estado alegre, pero creo que recompensó un poquito lo que no te daba en un estado sobrio. Pues bien, madre mía, a pesar del tiempo pasado, después de tu muerte, ha llegado el momento de la reivindicación, el instante de saldar cuentas contigo. Aunque sé muy bien que está fuera de tiempo y ofrecido en un momento inapropiado como el presente, mas nada me importa, pues tengo todavía la esperanza de obtener tu indulgencia por todos esos males que te causé en vida por la inconsciencia de mi indolente juventud. Ahora ya en el final de mi camino he podido valorar con claridad que aquella inapreciable joya que siempre tuve a mi lado no la supe exhibir con orgullo en todos los momentos de mi breve vida en esta tierra. Cuando quise reaccionar ante mi apatía por recuperarte ya era demasiado tarde. No pude cambiar mi actitud en tiempo y espacio. Repito, cuando a una persona, con el impulso natural del corazón, se le ofrece atención y amor en cantidades, la salud se le fortifica, dándole más años de vida. A ti te faltó más años para vivir, mamá. Lástima que no me di tiempo para entenderlo. Hoy, Madús, es mi rencuentro contigo, mientras termina su trabajo el sepulturero, estoy contigo como en las viejas épocas, no me importa que sea en espíritu, el hecho es que estoy aquí de regreso… a mi seno materno. Inevitablemente, a mis _?__ años, el tiempo ha llegado puntual con su carga de vales comerciales para recordarme la deuda que tengo pendiente contigo y con Natura. Mi pago es entregar mi cuerpo, ya en proceso de descomposición, a la tierra de la cual fui creado para regresar después como polvo cósmico hasta las estrellas de donde provenimos, según las nuevas teorías del origen del hombre. Así pues, Madús, en virtud de mi regreso hacia ti, te solicito humildemente un rinconcito de tu casa para volver a sentir el calor de tu regazo como cuando era niño, en este mismo lugar donde también descansa nuestro antepasado, don Martín Cahuich. Te aseguro que ahora sí te vengo a regalar las rosas de mi amor filial; quiero mezclarme entre tu polvo y el mío los cuales se filtren por una rendija de la bóveda y se disperse luego por el aire, por el espacio infinito en una circunnavegación eterna hasta conformar sembradíos terrestres, hidropónicos y galácticos en donde germinen flores mitad tú y mitad yo ¿No te parece, mi señora bendita? Mira mamá, me acompañan en mi último viaje mucha gente amiga: mis compadres, mis parientes, mis amigos billaristas y la familia entera: Chari, Mari, Omar, Lupita, Gabi, Josefina y tu biznieta la primera, Tiare, ahora señorita, aquélla que cuando era pequeña le peleabas tu comida que te habían dado y otros, que no llegaste a conocer como son: Manuelito, Óliver, Jade, Nuria, Yésica, Andrés Fernando, Jafet, Milton Guillermo, Camila, Valeria. Mis yernos y mis nueras también están presentes. De ninguna manera (si me muero antes) dejaría de asistir tu nuera Irma aquella que siempre te atendió, incansablemente, y en tus momentos más duros; también tu adorado primogénito, Aurelio que ya está contigo; ahora estaremos los tres en el limbo de la espiritualidad inmortal; tal vez regresemos en otro cuerpo a través de la reencarnación o transmigración. Mamá, toda esta generosa gente que me vino a despedir en mi última morada, dará fe de mi estancia en este mi nuevo hogar en donde te haré compañía hasta el fin de los siglos. Antes de concluir esta carta póstuma le pido a mis hijos, con todo respeto, como última voluntad, que vivan siempre en armonía y se ayuden mutuamente, y que escriban en mi epitafio el siguiente texto: “Es una tristeza, amigos, que en el examen de la vida no se pueda reprobar. Los niveles del conocimiento, clase social, riqueza, raza o credo de nada valen; y si existiera la reencarnación y se aplicaría de nueva cuenta otro examen la calificación sería la misma”. Recíbeme, madre mía. Y a mi familia entera, hasta luego. Todo ha terminado.

lunes, 11 de marzo de 2013

Mi tierra es linda y me da enormes satisfacciones para escribir

¿Qué te cuente un cuento?, ahí te va. Ahí estaba sentada muy modosita cuando llegamos. Aire fresco mezclado con el intenso calor. Nos sentamos en la silla roja, casi todo de rojo: el toldo de lona, el de los músicos y mesas. Sangre serena por todos lados. Me fijé en ella, presente físicamente y el otro, invisible. No quise averiguar nada todo debía llegar a su debido tiempo. Los perros no dejaban de molestar: uno vestido de amarillo triste, arañándose la pelambre para arrastrar pulgas hambrientas y él desesperado con los dientes para afuera; otro, le arrebata a un niño la vianda que le dio su mamá quien interviene y se lo quita para dárselo de nuevo al pequeño que se lo engulle como sí se estuviera acabando el mundo. Me vuelvo a fijar en la señora para observarla mejor. Viene bien vestida, me asombra la seriedad que ostenta y la risa que le hace falta. Otro perro pasa corriendo con la cola enroscada en un aro que se cierra y se abre, y con unos pasitos, en un intercambio rítmico de sus cuatro patas, en ridícula carrera. Otra acostada espera disciplinada que le den de comer. Me fascinan los zarcillos que trae la doña, sendas filigranas adornan sus enormes aurículas que cuelgan en tres partes el de arriba y el de abajo, dos hermosos ojos de cristales rojos. Me pregunto por qué no vino el otro. Tengo 74 años y él 77, atiendo su respuesta a mi pregunta. Tropiezo al levantarme de la silla por el suelo lleno de piedras de lomo de iguana ensambladas en la tierra madre. Me aguanto y disimulo mi coraje. Caracoles unas niñas se pelean por unas cocas, ya llevan tres. Suena la música y sueltan sus notas el teclado. El polvo se levanta y adereza una paila de piel humeada y dos vaporaras de aluminio. No me atrevo a probar la comida si me invitan, no soy melindroso, pero ahora sí. Qué bueno que la comida se sirvió antes de llegar y luego que en casa dejé a propósito un hueco para la panza para probar el pavo en relleno negro. Me quedé con las ganas. Se levanta la del traje tradicional y la del vestido gris. “Me gusta el baile y al otro no”, al invisible, me dice la primera. “A mí también”, repite como cotorra, la de gris. Se unen a los zombis y epilépticos que se convulsionan a morir, ah carajos se mete un borrachín y quiere pareja a la fuerza a quien la esculpe torpemente con sus tiesos dedos, se lo llevan por la poli porque así lo dispusieron los anfitriones. Regresa la grande y la vuelvo a observar, se parece a un electricista de Calkiní. Oh Dios, miro abajo y veo platos, vasos y botellas de plástico regados al por mayor. Cabelleras blancas, jaspeadas y negras asoman como tapitas en el montón, vistos desde arriba. Una petacona me llama la atención y me acuso de lujurioso, ¿y a mi edad? ¿y mis principios morales qué? Me justifico, soy hombre y la naturaleza exige. Quiero perder la mirada en los galimatías de mi entorno, pero me gana la presencia de un gallito coronado con una incipiente carúncula de copete que se esmera en hacerme guiños y cabeceos vertiginosos al estilo de un boxeador, no le entiendo su mensaje. Le dirijo la palabra a la señora que me imagino a una efigie sagrada, como las estelas pintadas en Bonampak: — ¿Por qué no viene acompañada? —A él no le gusta el baile como a mí. La sigo observando, aprovechando la plática. Calza sandalias que no atino a definir el color porque anda embadurnada de polvo de pueblo. Suena otra vez la música, ahora las tres faldas se levantan, ¡ah¡ la tercera es naranja y forman un círculo para bailar. Para sentirle más gusto al baile se aprietan los labios en una línea fina. Yo me quedo solo para seguir describiendo con la mente, y sintiendo los mordisco de las zancudas que ya empezaban a salir del hierbal y oler todo lo que está en mi alrededor: un gallinero abandonado, un chiquero sin marranos, un niño escarbándose los huecos de la nariz, un señor que me asusta con unas cerveza que me ofrece de sorpresa y pega en mi piel de tercera edad. Ya vienen de vuelta. —Él tiene mucho dinero, ganado y abejas— me dice la de gris. La aguanto. — Todo el pueblo lo sabe— me reafirma, y yo también lo sé sin que lo sepa ella, la de gris. —Setenta y siete años— me informa de nuevo la que me había dicho que tiene 74 años. —Mis nueras no me visitan casi nunca, desde que se casaron. Me imagino que por mi vestuario, les da vergüenza, y me miran de abajo para arriba y de arriba para abajo, pero no me importa porque mis hijos si vienen a casa a comer con nosotros. La veo entristecida, un farolito en una noche solitaria, no sé si es por los efectos de la cerveza, le vi beber como cuatro y con qué gusto. Ya me estaba animando, pero me contuve porque tenía que manejar y el alcohol no es buena consejera. Tiene una piel como el color del durazno o la calabaza seca, pocas arrugas y una mirada plena de grandiosidad patriótica. Una cabellera cana, brillante (a pesar de los años) y alisada pulcramente en la mollera que remata en la nuca en un moño inflado y asegurada con una peineta roja de esas que venden los quincalleros en las esquinas. Viste una indumentaria con anchas cenefas policromas en el cuello y en los bajos del cual se asoma ufano un fustán que irradia blancura virginal. —Él no viene porque ya no oye, prefiere estar en casa para cuidar a los animalitos de casta. Yo prefiero el baile— insiste. Tiene nariz aguileña y la frente amplia y saltona. Los dientes una mina de plata y oro y la garganta enroscada con tres gruesas soguillas repetidas varias veces que hacen nueve, y el rebozo ceñida en la cintura lo que no es normal en una señora de edad. Se me olvidó preguntarle cómo se llamaba, algún día. —Me voy— nos dice— y no dejen de asistir a la boda de mi hija que es la próxima semana. Me saludan a mi hijo Ósgar y al hijo de él, maestro. —El bautizo terminará hasta las doce de la noche— cuenta la de gris— por eso no regreso con ustedes. Nomás que quieran quedarse. Nos retiramos. El modo de vivir del mexicano es libre, con que sea feliz basta, aunque tenga que lidiar con el ácido del qué dirán. Fue una vista casual a Santa Cruz Pueblo en donde no me imaginé encontrar a la abuelita de mi yerno a quien no conocía muy bien. De vuelta a casa, en el basurero me saludaron unos zopilotes viudos y la de naranja me exhortó: —Maneja con cuidado— como si hubiera gastado un cartón de cervezas, le respondí con un mohín sedentario. 11 de marzo de 2013.

domingo, 10 de marzo de 2013

Ya corregido, comentario sobre la Reforma Educativa

CONNOTACIONES DE LA NUEVA REFORMA EDUCATIVA PROPUESTA POR EPN La educación en México, desde hace mucho tiempo, no camina al ritmo del cambiante mundo globalizado. La calidad educativa continúa empantanada y luego de ella depende el despegue del País para sacarlo de la medianía y el estancamiento que lesiona gravemente a la sociedad más desprotegida: los pobres. Ante esta situación crítica, el nuevo gobierno priista ce corte neoliberal ha decidido tomar por los cuernos esta problemática— que representa ante los ojos de la sociedad incrédula un buen comienzo para su gobierno— para la creación de un México diferente y capaz de enfrentar con soltura los retos que encuentre a su paso como consecuencia de un mundo tremendamente desarrollado por el conocimiento. Para afrontar este desafío ha creado una Nueva Reforma Educativa como iniciativa de ley que de ser aprobada por el Congreso de la Unión se tendrá en la mano una herramienta, supuestamente funcional, para transformar al país y sacarlo de la sima en que se encuentra. Se ha tenido la necesidad de cambiar al artículo tercero las fracciones III, VII Y VIII, y al artículo 73, fracción, XXV; y se agrega la fracción IX al artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Una iniciativa formulada, con la mejor intención, desde los escritorios oficiales por personas que deben conocer a conciencia los contextos geográficos, sociales y culturales del mosaico del país para que pueda dar resultado, de otra forma caeremos en los mismos vicios en que fueron creadas las reformas anteriores. Me supongo que los dirigentes son personas capaces, especializadas en los temas educativos, que los hay en México: Pablo Latapí, Gilberto Guevara Niebla, Díaz Barriga. Importar teorías educativas y literatura pedagógica, sí son válidas si se adecuan a la idiosincrasia y contexto del mexicano, pero copiada y practicada literalmente de otros ambientes extraños al nuestro, la Reforma pasará como un nuevo intento positivo para mejorar la calidad educativa en el país. Es de recordarse que en México, en tiempos pretéritos, los encargos para el manejo de la educación fueron asignados a personajes conocedores y experimentados: Justo Sierra Méndez, Agustín Yáñez, Jaime torres Bodet, José Vasconcelos que si hubieran tenido la organización actual del entramado educativo otro gallo nos cantaría. Para una educación de calidad se requiere la participación efectiva y no teórica de los personajes que la conforman: los maestros, las autoridades educativas y civiles, la sociedad misma, los alumnos, y en especial mucho más creo yo, los padres de familia. Cada uno de estos elementos tienen su crédito y vale la pena adentrarse en cada uno de ellos. LOS PADRES DE FAMILIA, CLAVE PARA EL CAMBIO EDUCATIVO Samuel Langhorne Clemens a. Mark Twian, escritor, humorista y Americano dijo cuando iba por primera vez al colegio: “Espero que la escuela no interfiera en mi educación”. En esos ambientes de países desarrollados, intensamente organizados y disciplinados le dan prioridad a la educación a sus hijos sobre todas las cosas y se dan su tiempo para crearles las armas que les servirán el día de mañana. Les crean uno de los hábitos más importantes para salir adelante en el mundo: el amor a la lectura. Hábito que pocos mexicanos tienen, y se extiende hasta los alumnos que por esa carencia la educación está sumergido en la desesperanza. Y lo peor que los encargados de transferirlo no lo tienen. Digo la verdad, no lo estoy inventando. Es evidente y reconocido por todos que la educación en casa es formativa en donde se inculcan, valores, afectos, conductas, hábitos, disciplina, responsabilidades y otros, indispensables, que hacen del alumno un ente de provecho a la sociedad porque el niño o niña a semejanza del barro nuevo se deja moldear a gusto y son coloreados en todos los matices que se les aplique y esos muñequitos que se dejan manipular conservarán para siempre esas conductas y en la escuela marcharán al ritmo que le toquen, y los maestros podrán aprovecharlas y por ende darles fluidez al cumplimiento de su tarea pedagógica, no hay duda. En especial, cuando se les pida la tarea, uno de los sufrimientos del maestro para cumplir a carta cabal con su planeación. Si los padres prevén en casa estas necesidades prioritarias en sus retoños, las cosas serían diferentes y halagadoras y ya dejaríamos de pertenecer a esa lista infausta de esos mundos rezagados y declarados tercermundistas. Pero he aquí algunos inconvenientes. Los padres no tienen tiempo de pensar en los hijos por causa de la infame sociedad en que viven dominada por el voraz capitalismo en donde los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres. Las causas son diversas como ejemplo: familias en problemas de variadas tonalidades; padres analfabetos; maestros que tienen doble empleo en las mismas áreas o de otra naturaleza, ¿si son maestros rendirán en su trabajo en el turno vespertino?; padres sumidos en la incertidumbre porque no encuentran empleo, padres irresponsables, en fin, una serie de obstáculos que evitan la formación del niño para alistarlo en el éxito por la vida y que no tiene la culpa porque es problema que le atañe más que a sus progenitores, y lo peor aún no llega para los que son maestros y maestras en lo concerniente al tiempo completo que es una estrategia pedagógica incluida en la Reforma: no habrá tiempo para atender a los hijos cuyas consecuencias serán funestas para la familia y para la educación: no habrá manos ávidas y amorosas para educar en casa, y que de por sí no las hay por las piedras que anteriormente se mencionan. ¿Y los que trabajan fuera de su localidad? En fin, si se tiene voluntad y amor a la patria no hay pretextos que valgan. DE LOS MAESTROS Una mala educación, un mandoble para el futuro del niño Maestro, óyeme: El niño es como el barro, dúctil, dócil, pero si el maestro no le sabe dar forma en su papel de alfarero creativo le habrá cortado las alas para siempre para desplegarlas en el infinito mundo del saber como persona útil para enfrentarse a la vida con solvencia. AL MAESTRO Maestro: Cuando percibas en el rostro de tus alumnos una sonrisa enorme como una luna empapada de polvo cósmico o la exhalación de un suspiro después de la jornada, alégrate también, pues habrás logrado el propósito más sagrado del verdadero maestro con vocación: enseñar; en cambio, si adviertes en ellos un bostezo indiscreto o algún bullicio incansable cuando te adentras en algún tema, ten cuidado porque algo debe estar interfiriendo tus estrategias de enseñanza-aprendizaje, así que modifícalas e intenta comenzar de nuevo. Pero si te empeñas en continuar con la misma rutina, sólo conseguirás sembrar en la mente del educando… soles sin la luz purificadora de la mente ávida por aprender. En mi opinión particular, en la educación de los hijos, antes que los maestros están los padres. Se les estigmatiza a los maestros inmisericordemente en todos los sentidos y se atenúa el compromiso de los padres de familia porque hasta ahora no se les compromete en forma ni tampoco absorben su compromiso moral. Aunque debo reconocer que para ser padre responsable no es cualquier práctica común, sino que es el vellocino de oro difícil para alcanzar, pero tampoco se justifica esa meta deseada con la pobreza ni la falta de tiempo ni la abulia por ser padre. Todo depende de un cambio de actitud férrea para hurgar en todos los recovecos que ofrece la vida para buscar soluciones, así como debiera ser un buen maestro. Me dio tanto coraje cuando surgió ese documental del paisano Loret de Mola (al servicio de los poderes fácticos) en donde ataca sin mesura a los maestros y autoridades, ¿y los padres no cuentan?, ¿y los alumnos siempre apáticos qué? Aunque la intención real, en apariencia, era destituir a la Gordillo por oponerse a la Reforma. Ese cambio de actitud lo da la ética por la profesión y reforzada infinitamente por la vocación. Los grandes deportistas disfrutan de su trabajo como nadie y dan de ellos hasta el último esfuerzo para sobresalir. Se preparan sin medida ni mengua en el tiempo porque saben que es parte de su trabajo y lo deben justificar y aún es más loable delicado porque se exponen al escrutinio de los espectadores que los califican en su desempeño deportivo. Mientras más dan de sí ganan mejor y cuando la decadencia les cae encima se tienen que conformar con lo que les ofrecen. Esa analogía con la competencia deportiva se va a dar en la educación. El mejor maestro será aquél que demuestre en su desempeño profesional, incluyendo la evaluación mejores resultados. Y aquél que se adocene, aún no sé cómo vienen los reglamentos sobre la permanencia, me imagino se estancará económicamente o quién sabe qué pasará en última instancia… quizá el retiro, previa liquidación, aunque me imagino que no operará… son tantos maestros… Aunque en honor a la verdad será una buena medida para acicatear el ego del maestro. En su labor docente el maestro, en sus métodos y estrategias, debe tener claro lo que se refiere al modelo constructivista y saber que aplica el método inductivo que hace uso del razonamiento y que es un arma eficaz para desenvolverse en el mar de problemas que ofrece la vida; el analógico que se usa intuitivamente y es funcional; existen otros métodos que apoyan como el deductivo que es más mecánico y es usado en las teorías, reglas, etc. Me acuerdo en la escuela cuando me enseñaban a corregir mis faltas de ortografía: “las palabras agudas llevan acento escrito cuando… (Método deductivo, de lo general a lo particular), ahora el uso del método inductivo, el más efectivo (de lo particular a lo general). Se le presenta al alumno una lista de palabras para reconocer el lugar de la sílaba fuerte, en este caso las agudas, y luego se le invita a inferir la construcción de la regla cuándo llevan acento escrito y cuándo no; mediante esta estrategia el alumno no olvidará lo que aprendió porque nació de él, la construyó con su propio razonamiento. Desde luego que hay un sin fin de estrategias para hacer de la enseñanza una excelencia, pero depende fundamentalmente del cambio de actitud del maestro. DE LAS AUTORIDADES Desafortunadamente la docencia se ha mercantilizado por la falta de trabajo, y eso no lo menciona el gobierno que crea escuelas de educación superior y luego no encuentran trabajo los egresados. De modo que si se les brinda una oportunidad de trabajar en algún colegio no lo piensan aunque vaya en detrimento de la calidad educativa. Que los capacitan a través de diplomados eso de nada sirve. Estos casos suceden en las escuelas de Educación media y quién sabe en cuántas más. En los programas en esos niveles se atiborran de contenidos imposibles por cumplir por las pocas horas con que se asignan a los mismos. Y los grupos numerosos es un problema común en todos los niveles porque no se pueden atender cómo se debe, ¿cómo se quiere exigir calidad? Lo lamento mucho también, pero es preciso mencionarlo, que existen maestros nuevos que han heredado plazas, hay excepciones, y no les ha importado su preparación, y a veces, por azares de la vida muere el padre y les dan a los hijos puestos sin el perfil y si acaso principios de alguna carrera. Humanitariamente es un buen gesto del sindicato, pero la calidad se deteriora. Un sindicato que comisiona a maestros para dedicarse a la grilla política, dejando a los grupos en el desamparo, de la misma manera los gobiernos que practican la misma indecencia, maestros que incurren en delitos contra la moral, la economía y no los castigan al contrario los premian, cargos administrativos de alto nivel que no se compiten y se ofrecen a los compadres, amigos y parientes y peor aún sin el perfil ni la experiencia todos ungidos por la gracia del omnipotente, maestros y más conductas lesivas que no se describen y que impiden la mejora de la educación. Todas esas debilidades que ha acarreado la educación durante décadas quieren ser corregidas desde arriba con la aplicación de la Nueva Reforma Educativa por aprobarse y me parece loable. Aunque muchos maestros no comulguen con esas ideas en algunos aspectos, pero creo que es necesario que las analicen con mesura y tolerancia. Una inconformidad justificable porque los intereses de muchos maestros son diversos y particulares, pero es válido el intento y un derecho que le corresponde al gobernante en turno, aunque yo lo veo difícil que se logre. He vivido tantas Reformas y seguimos igual: la misma música, los mismos músicos y nada cambia. Para conseguirlo lo puedo resumir en unas cuantas palabras: amor a México, cambio de actitud y ética profesional en la justificación del salario magisterial y más aún, que el padre entienda que la mejor educación se recibe en casa y la culminación le corresponde a la escuela. Y para las autoridades de arriba: Que los mandos en las diferentes mecanismos ya creadas: el Servicio Profesional Docente, los criterios para determinar la promoción, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación entre otros, trabajen y apliquen con honestidad las normas que los rigen, premiando a quienes lo merezcan y un castigo para los que sigan sumidos en la indolencia en la medida de sus actuaciones. Ahora que la rectoría educativa ha pasado en manos de los gobiernos estatales y nacionales, ya no hay justificación para que sigan diciendo que el sindicato ha sido el eterno freno para el avance de la educación en México. La principal oponente ha caído y ahora tienen la oportunidad de demostrar que estaban en el camino correcto, claro una empresa en solidaridad con todos los personajes que converjan en la educación. Y se me olvidaba decir que los hombres para esos puestos de los diversos niveles sean personas probas, experimentadas en la materia y no se asignen, como siempre ha sido, a los amigos y a los compadres. Un Colegio de Bachilleres, un buen pedagogo o humanista; una técnica, un ingeniero; una Secretaría de Educación Pública, un intelectual que conozca a pie juntillas los problemas educacionales del país. Y otro asunto que se me olvidaba: que los encargados de la evaluación en las escuelas califiquen con honestidad, claridad y sin preferencia a los inextinguibles aduladores. Y el maestro en las autoevaluaciones sea honesto consigo mismo. Sí no lo es, ¿qué le puede enseñar a sus alumnos? Una Reforma Educativa que ha incluido hasta el nivel Medio Superior.

Comentario reaol sobre la Reforma Educativa

CONNOTACIONES DE LA NUEVA REFORMA EDUCATIVA PROPUESTA POR EPN La educación en México, desde hace mucho tiempo, no camina al ritmo del cambiante mundo globalizado. La calidad educativa da mucho qué desear, de ella depende el despegue del País para sacarlo de la medianía y el estancamiento que lesiona gravemente a la sociedad más desprotegida: los pobres. Ante esta situación crítica, el nuevo gobierno priista de Peña Nieto ha decidido tomar por los cuernos esta problemática— que representa ante los ojos de la sociedad incrédula un buen comienzo para su gobierno— para la creación de un México diferente y capaz que pueda enfrentar con soltura los retos que encuentre a su paso a consecuencia de un mundo tremendamente desarrollado por el conocimiento. Para enfrentar este desafío ha creado una Nueva Reforma Educativa como iniciativa de ley que de ser aprobada por el Congreso se tendrá en la mano una herramienta, supuestamente funcional, para transformar al país y sacarlo de la sima en que se encuentra. Se ha tenido la necesidad de cambiar al artículo tercero las fracciones III, VII Y VIII, y al artículo 73, fracción, XXV; y se agrega la fracción IX al artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Una iniciativa creada, con la mejor intención, desde los escritorios oficiales por personas que deben conocer a conciencia los contextos geográficos, sociales y culturales del mosaico del país para que pueda dar resultado, de otra forma caeremos en los mismos vicios en que fueron creadas las reformas anteriores. Gente capaz en los mandos superiores, especializados en el tema educativo, que los hay en México: Pablo Latapí, Gilberto Guevara Niebla, Díaz Barriga. Importar teorías educativas y literatura pedagógica, que si son válidas si se adecuan a la idiosincrasia del mexicano, copiada y practicada literalmente de otros ambientes extraños al nuestro, la Reforma pasará como un nuevo intento positivo para mejorar la calidad educativa en el país. Es de recordarse que en México, a través del tiempo, los encargos para el manejo de la educación fueron personajes conocedores y experimentados: Justo Sierra Méndez, Agustín Yáñez, Jaime torres Bodet, José Vasconcelos que si hubieran tenido la organización actual del entramado educativo otro gallo nos cantaría. Para una educación de calidad se requiere la participación efectiva y no teórica de los personajes que la conforman: los maestros, las autoridades educativas y civiles, la sociedad misma, los alumnos y en especial, mucho más creo yo, los padres de familia. Cada uno de estos elementos tiene su valía y vale la pena adentrarse en cada uno de ellos. LOS PADRES DE FAMILIA, CLAVE PARA EL CAMBIO EDUCATIVO Samuel Langhorne Clemens a. Mark Twian, escritor, humorista Americano dijo cuando iba por primera vez al colegio: “Espero que la escuela no interfiera en mi educación”. En esos ambientes de países desarrollados, sumamente organizados y disciplinados le dan prioridad a la educación a sus hijos sobre todas las cosas y se dan su tiempo para crearles las armas que les servirán el día de mañana para su futuro. Les crean uno de los hábitos más importantes para salir adelante en el mundo: el amor a la lectura. Hábito que pocos mexicanos tienen, y se extiende hasta los alumnos que por esa falta la educación está sumergido en la desesperanza. Y lo peor que los encargados de la educación no lo tienen. Digo la verdad, no lo estoy inventando. Es evidente y reconocido por todos que la educación en casa es formativa en donde se inculcan, valores, afectos, conductas, disciplina, responsabilidades y otros hábitos indispensables, que hacen del alumno un ente de provecho a la sociedad porque el niño o niña a semejanza del barro nuevo se deja moldear a gusto y son coloreados en todos los matices que se les aplique y esos muñequitos que se dejan manipular conservarán para siempre esos hábitos y en la escuela marcharán a ritmo de un soldadito, y que los maestros deben aprovechar y por ende les darán fluidez para cumplir con su tarea pedagógica, no hay duda. En especial, cuando se les pida la tarea, uno de los sufrimientos del maestro para cumplir a carta cabal con su planeación. Si los padres prevén en casa estas necesidades prioritarias en sus retoños, las cosas serían diferentes y halagadoras y ya dejaríamos de pertenecer a esa lista infausta de esos mundos rezagados y declarados tercermundistas. Pero he aquí el problema. Los padres no tienen tiempo de pensar en los hijos por causa de la infame sociedad en que viven dominada por el voraz capitalismo en donde los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres. Las causas son diversas, se mencionan algunas como ejemplos: familias en problemas de variadas tonalidades; padres analfabetos; maestros que tienen doble empleo en las mismas áreas o de otra naturaleza, ¿si son maestros rendirán en su trabajo en el turno vespertino?; padres sumidos en la incertidumbre porque no encuentran empleo, padres irresponsables, en fin, una serie de obstáculos que evitan la formación del niño para alistarlo en el éxito por la vida y que no tiene la culpa porque es problema que le atañe más que a sus progenitores, y lo peor aún no llega para los que son maestros y maestras en lo concerniente al tiempo completo que es una estrategia pedagógica incluida en la Reforma: no habrá tiempo para atender a los hijos cuyas consecuencias serán funestas para la familia y para la educación: no habrán manos ávidas y amorosas para educar en casa, y que de por sí no las hay por las piedras que anteriormente se mencionan. ¿Y los que trabajan fuera de su localidad? En fin, si se tiene voluntad y amor a la patria no hay pretextos que valgan. DE LOS MAESTROS Una mala educación, un mandoble para el futuro del niño Maestro, óyeme: El niño es como el barro, dúctil, dócil, pero si el maestro no le sabe dar forma en su papel de alfarero creativo le habrá cortado las alas para siempre para desplegarlas en el infinito mundo del saber como persona útil para enfrentarse a la vida con solvencia. AL MAESTRO Maestro: Cuando percibas en el rostro de tus alumnos una sonrisa enorme como una luna empapada de polvo cósmico o la exhalación de un suspiro después de la jornada, alégrate también, pues habrás logrado el propósito más sagrado del verdadero maestro con vocación: enseñar; en cambio, si adviertes en ellos un bostezo indiscreto o algún bullicio incansable cuando te adentras en algún tema, ten cuidado porque algo debe estar interfiriendo tus estrategias de enseñanza-aprendizaje, así que modifícalas e intenta comenzar de nuevo. Pero si te empeñas en continuar con la misma rutina, sólo conseguirás sembrar en la mente del educando… soles sin la luz purificadora de la mente ávida por aprender. En mi opinión particular, en la educación de los hijos, antes que los maestros están los padres. Se les estigmatiza a los maestros inmisericordemente en todos los sentidos y se atenúa el compromiso de los padres de familia porque hasta ahora no se les compromete en forma ni tampoco absorben su compromiso moral. Aunque debo de reconocerse que para ser padre responsable no es cualquier cosa sino, el vellocino de oro difícil para alcanzar, pero tampoco se justifica esa meta deseada con la pobreza ni la falta de tiempo ni la abulia por ser padre. Ese cambio de actitud debe ser en todos los recovecos de la vida, así como debe ser un buen maestro. Me dio tanto coraje cuando surgió ese documental del paisano Loret de Mola (al servicio de los poderes fácticos) en donde ataca sin mesura a los maestros y autoridades, ¿y los padres no cuentan? Claro la intención fundamental era dejar en entredicho, fundamentalmente, a la Gordillo como una preparación previa para su destitución por interferir, según los analistas, en la aprobación de la Reforma. Ese cambio de actitud lo da la ética por la profesión y reforzada infinitamente por la vocación. Los grandes deportistas disfrutan de su trabajo como nadie y dan de ellos hasta el último esfuerzo para sobresalir. Se preparan sin medida ni mengua en el tiempo porque saben que es parte de su trabajo y lo deben de justificar y es aún más delicado porque se exponen al escrutinio de los espectadores que los califican en su desempeño deportivo. Mientras más dan de sí ganan más y cuando la decadencia les cae encima se tienen que conformar con lo que les ofrecen. Esa analogía con la competencia deportiva se va a dar en la educación. El mejor maestro será aquél que demuestre en los hechos a través de evaluaciones en todos los sentidos: teoría y hechos. Y aquél que se adocene, aún no sé cómo vienen los reglamentos sobre la permanencia, me imagino se estancará o quién sabe qué pasará en última instancia… quizá el retiro, previa liquidación, aunque me imagino que no operará… son tantos maestros… Aunque en honor a la verdad será una buena medida para acicatear el ego del maestro. En su labor docente el maestro, en sus métodos y estrategias, debe tener claro lo que se refiere al modelo constructivista y saber que aplica el método inductivo que hace uso del razonamiento y que es un arma eficaz para desenvolverse en el mar de problemas que ofrece la vida; el analógico se usa intuitivamente y es funcional; existen otros métodos que apoyan como el deductivo que es más mecánico y es usado en las teorías, reglas, etc. Me acuerdo en la escuela cuando me enseñaban a corregir mis faltas de ortografía: “las palabras agudas llevan acento escrito cuando… (Método deductivo, de lo general a lo particular), ahora el uso del método inductivo (de lo particular a lo general) se le presenta al alumnos una lista de palabras para reconocer el lugar de la sílaba fuerte, en este caso las agudas, y luego se le invita a inferir la construcción de la regla cuándo llevan acento escrito y cuándo no; mediante esta estrategia el alumno no olvidará lo que aprendió porque nació de él, la construyó con su propio razonamiento. Desde luego que hay sin fin de estrategias para hacer de la enseñanza una excelencia, pero depende fundamentalmente del cambio de actitud del maestro. DE LAS AUTORIDADES Desafortunadamente la docencia se ha mercantilizado por la falta de trabajo, y eso no lo menciona el gobierno que crea escuelas de educación superior y luego no encuentran trabajo los egresados. De modo que si se les brinda una oportunidad de trabajar en alguna escuela no lo piensan aunque vaya en detrimento de la calidad educativa. Que los capacitan a través de diplomados eso nada sirve. Estos casos suceden en las escuelas de Educación media y quién sabe en cuántas más. En los programas de esos niveles se atiborran de contenidos para cumplir y las horas programadas no bastan. Y los grupos numerosos es un problema común en todos los niveles porque no se pueden atender cómo se debe, ¿cómo se quiere exigir calidad? Lo lamento mucho también, pero es preciso mencionarlo, que existen maestros nuevos que heredaron plazas, hay excepciones, y no les ha importado la preparación, y a veces, por azares de la vida muere el padre y les dan a los hijos puestos sin el perfil si acaso principios de alguna carrera. Humanitariamente es un buen gesto del sindicato, pero la calidad se deteriora. Un sindicato que comisiona a maestros para dedicarse a la grilla política, dejando a los grupos en el desamparo, de la misma manera los gobiernos que practican la misma indecencia, maestros que incurren en delitos contra la moral, la economía y no los castigan al contrario los premian, cargos administrativos de alto nivel que no se compiten y se favorecen a los compadres, amigos y parientes y peor aún sin el perfil ni la experiencia todos ungidos por los de arriba, maestros y más conductas lesivas que impiden la mejora de la educación. Todas esas debilidades que ha acarreado la educación durante décadas quieren ser corregidas desde arriba con la aplicación de la Nueva Reforma Educativa por aprobarse y me parece loable, aunque muchos maestros no comulguen conmigo en algunos aspectos porque los intereses son diversos y particulares, es válido el intento y un derecho que le corresponde al gobernante en turno, lo único que veo difícil es que se logre. Yo he vivido tantas Reformas y seguimos igual: la misma música, los mismos músicos y nada cambia. Para conseguirlo lo puedo resumir en unas cuantas palabras: amor a México, cambio de actitud y ética profesional en la justificación del salario magisterial y más aún, que el padre entienda que la mejor educación se recibe en casa y la culminación en la escuela. Y para las autoridades de arriba: Que los mandos en las diferentes mecanismos ya creadas: el Servicio Profesional Docente, los criterios para determinar la promoción, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación entre otros, trabajen y apliquen con honestidad las normas que los rigen, premiando a quienes lo merezcan y un castigo para los que sigan sumidos en la indolencia en la medida de sus actuaciones. Ahora que la rectoría educativa ha pasado en manos de los gobiernos estatales y nacionales, ya no hay justificación para que se siga diciendo que el sindicato ha sido el freno para el avance de la educación en México. La principal oponente ha caído y ahora tienen la oportunidad de demostrar que estaban en lo cierto, claro, en solidaridad con todos los personajes que convergen en la educación. Y se me olvidaba decir que los hombres para esos puestos de alto nivel sean probos, experimentados en la materia y no se asignen, como siempre ha sido, a los amigos y a los compadres. Un Colegio de Bachilleres, un buen pedagogo o humanista; una técnica, un ingeniero; una Secretaría de Educación Pública, un intelectual que conozca a pie juntillas los problemas educacionales del país. Una Reforma Educativa que atañe ahora hasta el nivel Medio Superior.

viernes, 8 de marzo de 2013

Para los maestros de conciencia fuerte, no medrosos y para el público llibre del pensamiento

LA REFORMA EDUCATIVA, UN PRETEXTO PARA DESHACERSE DE LA PRESIDENTA VITALICIA DEL SNTE Después de permanecer 23 años como dirigente del SNTE, encumbrada por Carlos Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo Morales cayó de su pedestal por motivos de deshonestidad. La cegó la ambición y la soberbia, queriendo jugar a las vencidas con los poderes fácticos encarnados en el PRI, que llegó para quedarse, utilizando todas sus nuevas e ingeniosas artimañas para hacerse una vez más del poder. Un nuevo PRI con rostro del pasado: Chauffet, Murillo Karam, Beltrones, Codwel, Gamboa Patrón, y tras bambalinas el innombrable Salinas de Gortari. La presidenta vitalicia cometió un craso error al haberse entremetido en el terreno de la política nacional y desbalancear intereses creados al convertir el poder magisterial en una falange de compradores de votos para vendérselos al mejor postor, apoyado en una fuerza política creada por ella: Nueva Alianza, ahora sin nodriza, sin brújula, pero como son acomodaticios en los juegos de los intereses no tendrán empacho en seguirle el juego al partido dominante. La señora Gordillos quiso competir con las fuerzas políticas, enquistadas desde hace muchas décadas en el poder, las cuales desbalanceó y las hizo descansar durante diez años. Las consecuencias fueron su destitución y encarcelamiento, y fue acusada por el gobierno actual, a través de hacienda, con pretextos de fraude y de lavado de dinero, y otras causas, supuestamente legales para apachurrarla por completo y no dejarla actuar de ningún modo. Ese fue el verdadero trasfondo de toda esta maraña de desvergüenzas en que se incluyen todos los actores políticos: atarle las manos para no permitirle entorpecer las futuras elecciones a corto y largo plazo, pues esta mujer ha demostrado per se tener una capacidad diabólica para meter zancadillas a los partidos mayores, como es el caso del actual que quiere allanar el camino de baches para quedarse, claro, solo en el juego político si las conciencias de los de siempre, principalmente, los de la prole se lo permiten. Si esta señora se hubiera dedicado a atender a su gremio magisterial nada hubiera pasado, seguiría usufructuando las cuotas sindicales del magisterio. Échenle una mirada a otros líderes sindicales (Romero Deschamp, Víctor Flores) manchados de impudicia, faltos de honestidad en el manejo de las cuotas sindicales que aún se mantienen indemnes porque no contienden con los poderes políticos que han gobernado la nación, no le hacen sombra porque cooperan enormemente con recursos económicos y sufragios cautivos para las campañas, y ni qué decir de los gobernadores que escamotean las arcas estatales pertenecientes al pueblo y no los castigan por obvias razones como son los casos más sonados de los ex gobernadores de Coahuila, Tabasco y Yucatán. Aunque en un principios, Elba Esther había dado visos buenos de estar de acuerdo con la implantación de la Nueva Reforma Educativa, y además, ya venteaba lo que se le venía encima y no tenía sentido oponerse, pero no le sirvió de nada pues su destino ya estaba señalado por los oráculos griegos no había remedio, era una imperante necesidad exterminarla a como diera lugar, y así sucedió. Su muerte anunciada ya es ahora un ejemplo para todos aquellos líderes subversivos, aún existentes, un freno para no salirse del huacal. Volvió a llegar la época autoritaria del Stalinismo mexicano. Ojalá me equivoque y todo sea para el bien de México. El tiempo nos dará la razón. AGREGADO Según los manipuladores profesionales de la comunicación y el gobierno mismo han propagado a diestra y siniestra que el escollo principal para que la educación avance en México es preciso hacer a un lado a la líder magisterial, pues ya se ha logrado, ¿entonces, la Nueva Reforma Educativa propiciará el milagro? Cierto es, que la calidad educativa le concierne a todos los inmiscuidos en el embrollo de la educación por tanto deben colaborar de manera sincronizada, con voluntad patriótica, es decir, con un amor profundo a México, sin titubeos ni enconos, ¿será posible hacer cambiar el carácter conformista e idiosincrático del mexicano para adoptar una actitud de cambio en bien del país? Pero sí no funciona la persuasión para acatar con voluntad colectiva todo lo que se sugiera en esa nueva iniciativa para hacer del maestro un faro de luz, entonces, habrá que decidir por otras estrategias más draconianas— no hay otro remedio y es justificable— que ya viene incrustada en la Carta Magna con un significado amenazante e implícito en una palabra que dice: permanencia, obviamente en el trabajo. Ya se sabrá cuáles serán las condiciones para avanzar, estancarse o conservar el empleo. El maestro no debe atemorizarse por mantener el trabajo, pero si no demuestra calidad y competencia no avanzará en la cuestión económica, nada más que eso, se quedará con un sueldo mal pagado. Esperemos tarde o temprano los resultados.