domingo, 12 de mayo de 2013

Odiseo, el astuto

LAS SIRENAS DE ODISEO Le había advertido Circe que el canto de las sirenas era hechizadora tanto que ningún mortal había podido sobrevivir a su embrujo y caían ahogados, engullidos o muertos de amor los atrevidos que se animaban a escucharlas de cerca. Odiseo— muy famoso por su astucia— quiso oírlas, pero sin correr el riesgo de morir. Hizo que lo amarrasen del mástil mayor y así pudo deleitarse con la sinfonía de las ninfas. Las sirenas se desgañitaban en vano, pero no lograron su objetivo, más se dieron cuenta que a cambio de sus fracaso se acercaba una barcaza repleta de jóvenes marineros que parecían adormecidos por el fluido de sus voces, sonrieron satisfechas. Bajaron en tropel, llevando en sus manos cuchillos para destazar pescado. Hacía una semana que les faltaba el alimento, traían los oídos taponados de cera. Andrés

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