sábado, 13 de agosto de 2011



ZANCUDO EVOLUCIONISTA
Andrés Jesús González Kantún
Este bicho se  presenta comúnmente  en época de lluvias, provocando en la gente el pesar de su maldad. Desafortunadamente no está incluido en el muestrario de los seres destinados a la extinción, al contrario se reproduce al por mayor y es reacio a los insecticidas. Veamos parte de su radiografía conductual.

Zancudo zumbador, insecto extractor de espíritus ajenos; ayer, una tortuga; hoy, un avión supersónico. Antes se le podía aplastar en el aire con un aplauso de manos coléricas; hoy por más que se   le busca no  se le encuentra  debido  a su tamaño, ahora,  diminuto y camaleónico.
Antes era amigo de la noche; hoy, de la luz. Ayer se anunciaba con bombos y maracas, señalando el lugar de su aterrizaje y permitía  a la víctima apachurrarlo sin compasión; hoy planea delicadamente sobre una pista como si fuera de porcelana, dejando  en un  estado de indefensión al humano, y si acaso se da  se da cuenta de su presencia por el escozor que provoca su jeringa endemoniada, sus alas se le vuelven rayos cuando percibe el ademán de la mano asesina.

Insecto hematófago:
Antes te conformabas con saciar tu hambre  en el tronco y extremidades de un mortal; hoy no te bastan los espacios que deja a la vista el inerme cuerpo en su necesario descanso, sino que descubres con pasmosa facilidad los intersticios y te prendes anhelante en los lugares inimaginables: el dorso de la mano, los lóbulos auriculares o en las juntas de los dedos, produciendo una comezón de tiempo interminable.
Insecto evolucionista, chupasangre  sinvergüenza, escapista traicionero, ventajista nocturno de un cuerpo desamparado:
Hoy se ten avivado los sentidos; eres intrépido y terco que difícilmente se te puede exterminar con las mañas de la química  pues  tu cuerpo, desde hace bastante tiempo, ya  se ha estado preparando para inmunizarse; ni los pabellones, ni cobijas ni los sahumerios de killer evitan tu intromisión en casa ajena. Si hoy te acaban, en un santiamén tu progenie te sustituye  a montones para volver de nuevo a la carga.  Dios nos proteja de tu compulsiva sed de sangre

Molestoso invertebrado zumbón, danzarín acrobático, cantador de falsetes, volador insaciable y de genealogía milenaria, adelantado en el instinto de la conservación de su especie, danzarín exacerbado:
Cuando arrecia el hambre en ti nadie  te detiene. Al paso que vas evolucionando has aprendido a acomodarte a las circunstancias más adversas de la  humanidad  y seguramente seguirás perviviendo aún cuando en la tierra, algún día, no exista rastro humano, ¿hasta cuándo dejarás de transformarte para refrenar tu apremio por la sangre?






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