domingo, 5 de agosto de 2012

HACIA DÓNDE VAMOS… Es palpable que el trabajo escasea aquí y en todo México. Un incremento de tricicleros se mueve en la ciudad en un caos vial que obstruye el paso de los caminantes e impacienta por su lentitud a los automovilistas. Estorbo o no tienen derecho para buscarse la vida. Un joven en pantalones cortos, de barba descuidada y manos suaves solicita trabajo de lo que sea; un ingeniero en una cantina sirve de mesero a un albañil; trabajadores a mediodía solicitando chamba, bueno se les fue el tiempo en proponerse y nada; pozoleros hombres y mujeres en triciclo pregonando con voces cansadas su producto; profesionales con otro idioma de más de braceros en burdos trabajos que desprecian los afroamericanos; ladrones incipientes en contra de su voluntad por falta de oportunidades; tamaleros y chanchameros al por mayor; hombres de complexión atléticas de barrenderos en las calles; maestros codiciosos en otras chambas políticas la excepción; jóvenes aventados de narcotraficantes; lindas mujeres en trabajos de hombres, desyerbando calles; chicos entremetidos en campañas políticas, sin ser llamados, ilusionados en conseguir chamba o una palanca; jornaleros de todos tipos con o sin educación luchan juntos por la vida. Lo único que lastima a la dignidad humana es que algunos trabajos no van de acuerdo con la preparación profesional de algunos, sin embargo, queda el consuelo de que el trabajo del nivel que sea es digno y atenúa el hambre a cualquiera. Los mexicanos se multiplican y los problemas se vuelven mayores, ¿hasta qué extremos vamos a llegar? La educación es la clave así se ha demostrado en otros países con economía emergente: China, Singapur, Chile, Taiwán, Corea, Finlandia, etc. Pero experimentaron en reformas educativas que dieron resultados aunque a plazo mediato, es decir, a largo plazo, con una visión futurista que caló hondo en el ánimo de los involucrados en esa soñada empresa: docentes, autoridades de todas índoles, padres de familia, sociedades, alumnos. México ha vislumbrado, desde hace mucho tiempo, esta salida con reformas que se han repetido hasta el cansancio, pero de nula efectividad. El problema, hay que decirlo con sinceridad, es el modo de ver la vida por el mexicano. Su idiosincrasia ha sido la causa: el conformismo por no decir mediocridad, la indolencia, protesta por todo cuando hay que dar de más sobre todo en la escuela, el fatal paternalismo ofrecido por las autoridades. Los países emergentes en la economía global no fueron teóricos, sino prácticos. Entendieron que debían salirse del pasado y acomodarse al presente y prepararse para el futuro y lo lograron en completa armonía con todo los involucrados en la empresa. Pensaron en el uno para todo y el todo para uno. No escatimaron gastos, tiempo ni espacio, sabían lo que era la competitividad, aprendieron otros idiomas, en especial el inglés, para comunicarse y moverse en el emporio industrial, exportaron tecnología porque carecían de recursos naturales, en fin, se salieron la rutina del ai se va. Hoy son trabajadores universales: les ofrecen empleos por las empresas transnacionales afincados en su tierra o son mandados llamar en el exterior. No se dan abasto para cubrir las necesidades de otros países y propios. El tiempo les dio la razón a los estrategas de esos países y el pueblo los entendió y se disciplinó, quise decir que un pueblo disciplinado alcanza lo que quiere. En las olimpiadas actuales, en Londres, ya vemos los resultados con China y corea. Para que México salga del macro atolladero del desempleo debe tomar como ejemplo a los países emergentes, pero el pueblo tiene que participar con disciplina que da la voluntad propia, y debe comprender que el plazo es indefinido, pero se ha probado que da resultados. Mientras tanto las autoridades de todos los niveles deben hacer volar su imaginación para crear o tramitar empleos para alentar y proteger a esta sociedad que ya no da para más. El hambre es una mala consejera y no quiero imaginarme que pudiera pasar cuando el pueblo ya no aguante. Debe haber una lucecita en el camino, tengo la esperanza de una tierra próspera y autosuficiente y que no tengamos que importar nada del exterior. La educación es la tabla salvadora, aunque en tiempo mediato. ¿Que pasará cuando se acabe el petróleo y los recursos naturales?

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