lunes, 16 de julio de 2012

“FRIJOLITO”

¿Con quien soñará Frijolito
cuando se encuentra dormido?
tal vez con un diablito
que lo tiene aturdido

Cuando despierta no llora
explota a todo pulmón
que cimbra en donde mora
hasta el último rincón.

No es un grito de boca,
sino un temblor de manos
que a todo mundo sofoca
como hasta el soñado hermano.

Que es un niño chillón
eso nadie se lo quita,
pero con una canción
se adormece enseguida.

El tiempo rápido pasa
y pronto será mayor
y aquel grito que abrasa
se guardará en el cajón.

Su parecido es asombroso
con su padre Fernando
que se siente grandioso
cuando lo está arrullando

Sus abuelos no lo dejan
cuando se deshace en gritos
y para nada se quejan
por atenderlo un poquito

                                           Frijolito:
prosigue siendo niño
nuestro pequeño bombón
y regodéate con el cariño
que te profesa un montón
de aquéllos que te quieren mucho
que no te dejan llorar
aunque por un segundo sea.






A YÉSICA  ALEJANDRA, MI NIETA

Tu naturaleza es ser risueña
una virtud hecha divina
y tu voz suave y cantarina
como una torcaza pedigüeña.

No te cansas de sonreír al cielo
y con esa actitud traes el consuelo
en el alma de tus abuelos
a veces contrita o de hielo

Una mente vivaracha tienes
de eso no quepa duda
todo lo que observas lo retienes
que a las personas dejas muda.

la tierra te quedará chiquita
y no lo auguro por profeta
y pronto te harás rica
en tus peripecias con probeta.

Su padre es el doctor Ulises
y su madre la profesora Lupe
y ambos viven felices
de todas sus maldades en que se ocupe.

Aunque el doctor consiente
y la madre regaña,
pero la niña se da maña
para que nadie reviente.

Las palabras las trae en costales
y las desgrana a cada rato
que hace pasar momentos gratos
con sus ocurrencias a raudales.

Yésica  Alejandra se llama
que es simiente de mis raíces,
clorofila de mi existencia
cadencia del mañana.








NURIA MI NIETA

Hablar todavía no quiere
mi adorada pequeña nieta
y pone en ascuas a los seres
que escucharla quieren en retreta

Su madre no lo piensa mucho
porque sabe que es natural
menos así el abuelito Chucho
que se imagina que no es normal.

El tiempo nos dará la razón
de esta dudad que aqueja a todos,
pero si su madre entra en acción
la ayudará de mil modos.

A pesar de su muda lengua
anuncia el lugar en donde anda
y la aprensión nuestra mengua
al ver sus juegos en donde manda.

Sus padres la quieren mucho,
pero no más que los abuelos
que se ostentan siempre duchos
al consentirla en sus revuelos.

El tiempo correrá su edad
entre mieles y sinsabores
y a Cronos le pido piedad
porque goce de sus fulgores
de mi espigada y enfermiza Nuria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario