UN TEATRO POLIFUNCIONA, INCLUYENTE.
Diagnóstico
Una añeja inquietud, cual mariposa traviesa alrededor de la luz, ha permanecido prendida en la mente de muchos inquietos calkinienses por la carencia de un teatro adecuado para la ciudad. Ante tal adversa circunstancia los actos culturales o de otra índole, realizados en la Plaza Cívica al aire libre en un espacio acondicionado rudimentariamente, les resta solemnidad y lucimiento. El teatro existente en la actualidad no va de acuerdo con el bagaje cultural de nuestra tierra. Me permito enumerar las razones que justifican lo antedicho:
Ø Las actividades corren el riesgo de suspenderse por el amago de la lluvia o cuando los participantes tienen que actuar bajo los candentes rayos del sol.
Ø Parte del público no acierta a apreciar con claridad un acto en todo su esplendor debido al piso plano, sin desnivel.
Ø De igual manera el graderío, más bien escaleras que funcionan como tal, de concreto que desemboca en la explanada de la Plaza Cívica , utilizadas durante algún festival, no están orientadas correctamente en perspectiva con la visión del espectador, pues es incómoda la posición.
Ø El ruido producido por la gente, los gritos y obscenidades de los artistas de carpa patrocinados por empresas cerveceras, (espectáculos permitidas indebidamente por algunas autoridades (por dinero) abochornan la buena imagen del pueblo porque actúan en un lugar donde transitan todo clase de público, y de igual forma la música de los juegos mecánicos (en carnaval, la Feria Artesanal ) atolondran la atención y los oídos que desvirtúan cualquier festividad.
Ø La libertad que tienen los niños de correr de un lado para otro, específicamente dentro del escenario en el momento de la participación de los artistas, la cual interfiere el pleno desarrollo del programa.
Ø El teatro es muy reducido de tal manera que provoca el amontonamiento de los grupos participantes, y en consecuencia, evita la fluidez de las evoluciones de los artistas. En algunos carnavales ha sucedido que algunas comparsas estudiantiles, por la cantidad de sus integrantes, hayan tenido la necesidad de bajarse del escenario para poder cumplir a cabalidad con sus ejercicios, provocando con ello un desorden en las primeras filas y un problema de visualización de parte del público de atrás.
Ø El mensaje transmitido por los conductores del programa se pierde por el barullo de la gente que transita entre los puestos de comida y los carros ambulantes.
Ø A la hora de la entrega de reconocimientos por las autoridades, el escenario se convierte en un caos debido a la intromisión de una multitud de personas, ajenas a la actividad, que estorban y manchan la solemnidad del acto.
Ø Y lo más penoso, un escenario falto de vestidores decorosos, y si acaso, para salir del paso, los organizadores improvisan toldos de alguna empresa refresquera o de cervezas, y a veces ni se instalan. Este detalle es muy delicado porque exponen a los artistas, que tienen la necesidad de cambiarse a cada instante por la exigencia del acto, al impúdico riesgo de la mirada de los morbosos profesionales.
Todas estas inconveniencias señaladas, lesionan en buena medida el desarrollo de la cultura en Calkiní y disminuye la imagen digna de un pueblo que, por antonomasia, se ha caracterizado por el culto a las bellas artes. Esta lamentable situación nos ha impulsado, como Asociación Civil, de esta tierra pródiga, a entremeternos a sugerir, de buen modo, que esta pesadumbre sea escuchada por las instancias correspondientes con la esperanza de que algún día sea reconocida que la cultura en Calkini es parte de su idiosincrasia, para orgullo nuestro, y que negarle ese derecho natural sería desconocer su potencialidad cultural.
Sugerencias
Es costumbre que las autoridades en turno han preferido destinar, en abundancia, recursos económicos en el deporte como es el caso del béisbol (La Liga Estatal Campechana), un acto loable, pero no mucho más meritorio que la prioridad por la educación. La cultura es la credencial de un ayuntamiento porque con ella se cata la medida de la educación de un pueblo, abstenerse en darle vuelo al pensamiento de la diosa Atenea es morir estrepitosamente, es sembrar en tierra estéril cuando la sementera en Calkini se muere de ansias por ser fecundada. Si se quiere la permanencia de un equipo tradicional de beisbol, se pudiera contratar los servicios de algunos lanzadores y un receptor y se completa con jugadores locales para darles la oportunidad de ganar experiencia. Una forma de ahorrar para el futuro.
.
Justificación
Un teatro de la ciudad, con todos los servicios requeridos, es decir, poli funcional— que incluya un museo de la cultura regional, un centro de estudios y difusión de la cultura, un centro de acopio y comercialización de la producción artesanal, una escuela infantil y juvenil de deportes, etc.— cuajaría excelentemente en Calkini debido a que la educación es su fuerte pues cuenta con un gran número de escuelas de todos los niveles desde el nivel inicial hasta la superior, incluyendo las sociedades culturales y de otra índole, sin descontar al H. Ayuntamiento con sus continuas e innumerables actividades anuales y de relevante solemnidad. Esta obra sería un extraordinario regalo para la ciudad ya que permitiría a los usuarios el ejercicio pleno de toda actividad artística o de otro tipo, en cualquier momento del día, aún con la inclemencia del tiempo. Un teatro que no dejaría de ocuparse, en ningún momento del año.
Tomar con decisión esta iniciativa daría muestras a la colectividad sus competencias administrativas y políticas, y la historia local, en reconocimiento, transcribiría con letras indelebles este paso trascendental.
Vale la pena proporcionarle a Calkiní un símbolo de su cultura popular así como Tenabo lo ha conseguido desde hace varios años. Un teatro para la ciudad.
Calkini ya merece un monumento en donde pueda exhibirse con orgullo su acervo cultural en todas las áreas del arte y la cultura; un lugar en el cual el público pueda disfrutar con toda comodidad espectáculos de calidad diversa y de cualquier otro género.
Calkini, ya debe aspirar a mejores expectativas de cultura y educación; la indolencia, la conformidad y la falta de aspiraciones de mejorar son enemigas del progreso. Nuestra tierra no está acostumbrada a rezagarse, siempre ha sido punta de lanza, predispuesta a enfrentar cualquier encomienda en el campo que sea y salir airoso. Por algo se le ha otorgado el epíteto de la “Atenas del Camino Real”. No está de más señalar que el c. Gobernador actual en una de sus venidas a Calkinì aseguró la construcción de un teatro. A pesar de que ya está en la mitad de su mandado aún se confía en él.
Ubicación
Calkinì cuenta con terrenos rumbo al Colegio de Bachilleres con suficiente extensión o buscar otro lugar cuya orientación pueda satisfacer la necesidad de las poblaciones estudiantiles.
Si pese al esfuerzo realizado por las autoridades superiores en turno no se logre encauzar en la práctica esta sugerencia construyendo la obra en un lugar que cuente con un terreno con las dimensiones requeridas, aunque no cerca del centro, bien valdría la pena que el teatro actual, es decir, el de la Plaza Cívica , se cambie de orientación el escenario, situándolo en frente de las gradas que bordean el jardín de la sociedad Aurora, pero construyéndolo de mayor tamaño y agregándole los baños y vestidores. Incluso considerar el desnivel del piso que permita al público de atrás mirar con libertad. Otra opción sería adecuar el Auditorio de básquetbol o utilizar el lugar donde se encuentra el PRI, que es patrimonio del gobierno municipal y no de ese partido, pero habría que sopesar con agudeza los problemas que podría acarrear estas salidas. El campo 20 de Noviembre podría adecuarse para ese fin y construir otro. Aunque la prioridad sería un terreno fuera del centro que permita toda clase de libertades humanas y de tránsito.
Para concluir:
Valdría la pena proporcionarle a Calkiní un lugar apropiado para la cultura, pero sin desligarse del deporte que también hace falta en la preparación integral de los jóvenes.
Sin otro particular reciba de nosotros, los que suscriben esta petición, un afectuoso saludo de estos eternos románticos calkinienses que sólo han deseado, siempre… siempre, lo mejor para su ciudad y que sueñan con que algún día se vea ostentándose en la cúspide de la grandiosidad intelectual, lo cual bien merecido lo tiene con la edificación de un Teatro de la Ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario