martes, 12 de abril de 2011

Los grandiosos mayas


LA ACUPUNTURA MAYA

(JU'P)

Cuando Roma y Grecia, las dos grandes civilizaciones de la antigüedad, iluminaban el mundo de su época: la primera con su indiscutible poderío militar, y la segunda con su exquisito arte y sabiduría; ya antes  en el continente americano los mayas habían desarrollado una extraordinaria cultura tanto en las ciencias como en el arte cuyos resultados fueron los siguientes:

Ø  Fueron creadores de un calendario más perfecto que el actual.
Ø  Conocían el movimiento de los astros que les guiaban en su trabajo agrícola.
Ø  Fueron creadores de una arquitectura prodigiosa que ha deslumbrado a la humanidad como lo demuestran sus acueductos, sus grandes monumentos, en especial la de Chichán Itzá considerada actualmente  como una de las maravillas modernas.
Ø  En la literatura plasmaron su teogonía en el libro del Popol Vuh y el Chilam Balam, sus tradiciones.
Ø  En las matemáticas utilizaron el cero, 700 años antes que los árabes lo dieran a conocer en Europa.
Ø  …Y en la medicina, arcana ciencia maya, aplicaron la técnica de la acupuntura (jup en lengua maya) con experta maestría.

Hoy en día el mundo moderno, especialmente en China y Japón, ha considerado a la acupuntura, por sus excelentes resultados, como una especialidad en la ciencia médica.
Es muy común observar como en los hospitales más prestigiados, los médicos se valen de la acupuntura para alguna cirugía de cuidado.
Vemos por ejemplo a un paciente recostado en la mesa de operaciones abanderillado en puntos claves de la cabeza y del cuerpo sin que sufra de dolor cuando el médico lo opera.
Pero lo más admirable es que el enfermo observa conscientemente  de todas las manipulaciones hechas en su persona. Lo que no sucede  con la  anestesia que bloquea  la inconsciencia y pone en peligro  la vida misma si se es aprehendido por el Sincope Blanco. Han existido muchísimos casos en que el enfermo no regresa, no obstante el haber sido operado con éxito.
Cierto es que en la actualidad la acupuntura  ha perdido vigencia entre los descendientes de sus creadores, si acaso recuerdos borrosos de su magnificencia a causa, quizás, de mentes perezosas que no supieron mantener la sapiencia de la medicina maya o tal vez se perdieron en la memoria histórica de aquel aciago año de 1562 cuando el mal nacido obispo de Yucatán, Fray Diego de Landa, en Maní mandó incinerar milenios de infinita cultura transcritos en los códices  científicos y religiosos. Tal vez por este acto inconsciente quiso  justificar su imprudencia y escribió  uno de los libros, de obligada consulta si queremos conocer parte del pasado,  que nos pintan las costumbres y la fauna y flora del Yucatán antiguo.
No obstante esos conocimientos perdidos nuestra gente conserva un poquito de esas prácticas y las solicita cuando es necesario. Esos médicos empíricos son los llamados hierbateros y su escalpelo, una espina de pescado.

Cuando alguien requiere de sus servicios nada más explica en qué parte del cuerpo tiene la dolencia y el hierbatero lo cose con movimientos vertiginosos en donde cree que puede estar el mal. Los resultados son efectivos. El que escribe ha tenido la experiencia cuando era niño. De unos dolores de pies que fueron expulsados con esta práctica.La acupuntura maya recobra poco apoco en la medicina actual sus fueros perdidos en remotos tiempos.

SHOC BI CHUY
(Hilo contado)

A MI MADRE DOÑA “MADÚS”

La acupuntura artesanal revienta en arco iris, los dedos corvos y hábiles manejan la barrena sin fin. Arriba y abajo. Abajo y arriba. El rojo, el verde y el azul del cielo acrisolados en un mundo de fantasía dialogan sin cesar.
Mi madre “Madús”, ondula rayos de sol y estambres de amapola utilizando la acupuntura tradicional.


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