domingo, 17 de abril de 2011

Vale soñar


ENSOÑACIÓN
Largas alas de mariposas revolotean en el alféizar de sus ojos,  que son dos morunos trazos en ábside que se remarcan ágiles y  graciosas los cuales  suben y bajan a intervalos de acuerdo con la intención de su charla solemne o graciosa y que no cansan al oído.
Mirada seductora que cimbra el ánimo en un instante y que sabe a gloria.
Cuerpo grácil y voluptuoso  completan los atributos de mi sueño idolatrado.
Pechos ávidos y rotundos en pugna por romper la coraza de la  ceñida blusa acicatean mis pensamientos más sensuales.
Nunca pensé que la suerte mía fuera tan enorme al tener la ventura de ser  atrapado por tanta  belleza cautivante. Toda ella una maravillosa mujer idealizada por  mí, encerrada en un solo cuerpo: María Félix, en el encanto del rostro; y Afrodita, en la perfección del cuerpo. Un extraordinario sueño incumplido. Un vuelo vano e intergaláctico, aunque… nada cuesta soñar.

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